Rubén Albés aprieta a la plantilla
A poco más de un mes para el inicio de la competición, el entrenador programa cinco sesiones dobles en una semana, incluida la de hoy
Falta poco más de un mes para que el Sporting reciba al Levante en El Molinón en el que será el primer partido de la nueva temporada. Con el trabajo de preparación recién iniciado –el de ayer fue el segundo entrenamiento de campo– y las pruebas médicas ya superadas por toda la plantilla, el cuerpo técnico que dirige Rubén Albés ha decidido apretar el acelerador. El equipo vivirá en la jornada de hoy la primera de las sesiones dobles de entrenamiento de la pretemporada, con trabajo en horario de mañana y tarde. Pero no será la única. La previsión pasa por que tres de los días de trabajo de la próxima semana tengan la misma carga, además del sábado, con entrenamiento durante la mañana y partido por la tarde ante el Marino.
La pasada pretemporada no se desarrolló de la misma manera. La larga gira por tierras mexicanas condicionó el plan de trabajo, con el vuelo internacional y varios interiores, y muy altas temperaturas. En Mareo tampoco fueron habituales las sesiones dobles. Este año el plan parece distinto. Aunque existía la idea inicial de hacer una gira por algún país centroeuropeo, tras llegada de Rubén Albés al banquillo rojiblanco hubo un cambio de planes. La previsión es que la plantilla haga una concentración de una semana en la localidad gallega de Mondariz, donde hay previsión de disputar dos partidos. El nuevo técnico del Sporting ya dejó claro durante su presentación que su idea inicial era pasar el mayor tiempo posible en Mareo, donde el equipo cuenta con todas las comodidades y herramientas para desarrollar el trabajo diario.
Un trabajo que promete ser intenso, en consonancia con el carácter que le gusta imprimir a sus equipos al técnico gallego. Una prueba se pudo ver en la tarde de ayer. Los jugadores saltaron al campo cuatro de Mareo a las 18.30 horas, después de ejercitarse en el gimnasio. Rubén Albés, Caco Morán e Iván Cabezudo charlaban en el césped. Durante la espera, se decidieron a coger un balón y bromear con un juego de pases. Con la plantilla ya en el terreno de juego, comenzó lo que sería una sesión de alta intensidad con el balón como protagonista. Ejercicios de presión, partidos a medio campo con equipos de seis jugadores y, sobre todo, mucha intensidad. «Cuando pierdo la pelota, cambio el ritmo, que haya respuesta», demandaba Iván Cabezudo, técnico auxiliar el vigués desde la banda.
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Atentos a evolución del entrenamiento estaban David Guerra, presidente ejecutivo del club; Gerardo García, director de Gestión Deportiva; y Odín Vite, jefe del Departamento de Ciencias Aplicadas al Deporte. También muy atento estaba Pablo Gómez, preparador físico encargado, junto a Vite, de equilibrar las cargas de trabajo.
Todos los jugadores disponibles participaron del entrenamiento. Pablo García, que se recupera de un proceso vírico; José Ángel Valdés 'Cote', quien hizo trabajo de gimnasio a la espera de que su rodilla esté del todo sana; Nacho Méndez, quien también trabajó al margen del grupo por los problemas que le dejó el intenso fin de temporada; y Dani Queipo, que el jueves sufrió un golpe en el entrenamiento, fueron los únicos jugadores de la primera plantilla que no estuvieron con el grupo. Tampoco Álex Oyón, futbolista del filial citado para la pretemporada que está en proceso de recuperación de una lesión.
La jornada de hoy será de mucho trabajo, con doble sesión de entrenamiento. Con la incorporación del nuevo entrenador, queda mucha labor táctica por hacer. Y con la pretemporada recién iniciada, también mucho desempeño físico. Pero lo que queda de la primera toma de contacto de la plantilla rojiblanca con los entrenamientos es que la intensidad, con balón y sin balón, será una de las exigencias de Rubén Albés para la temporada que comenzará en poco más de un mes.