Un nuevo modelo para la cantera del Sporting de Gijón
Alejandro Irarragorri defiende una fórmula de captación alejada de la tradicional para el Sporting Atlético, con presencia de futbolistas de fuera de Asturias
El pasado día 16 se celebró la junta de accionistas del Sporting de Gijón. Aprobación de las cuentas de la pasada campaña, del presupuesto ... de la presente y también momento para que los accionistas planteasen algunos interrogantes. Uno de ellos lo puso sobre la mesa Begoña Pañeda, quien se interesó por la política de fichajes de la entidad para el Sporting Atlético. La respuesta la dio Alejandro Irarragorri, presidente del consejo de administración del Sporting de Gijón y del Grupo Orlegi. «Si seguimos igual no vamos a ningún lado porque este club no iba a ningún lado. No hay una razón de urgencia para traer a jugadores de fuera por subir. Buscamos la mejor formación y estamos convencidos de que con ella vamos a tener mejores resultados. No creo en el modelo de traer solo jugadores de la región. Hay casos, como en el País Vasco, pero hoy es muy difícil encontrar una gota de sangre vasco por ahí».
La contestación de Alejandro Irarragorri pone sobre la mesa distintas aristas sobre el modelo de cantera del Sporting, una fórmula con más de cuarenta años de vigencia y que ha venido dando resultados. Desde la creación de la Escuela de Fútbol de Mareo, a la que la nueva propiedad ha dado un fuerte impulso en lo que a infraestructuras se refiere con una importante inversión, el club rojiblanco se ha diferenciado por ser una entidad de cantera. Sus mejores años han estado vinculados a la maduración de futbolistas formados en la casa o llegados al club en la etapa previa al profesionalismo que conseguían derribar la puertas y dar el salto al primer equipo. La compra del club por parte del Grupo Orlegi ha supuesto un giro a mayores, introduciendo el componente de jugadores llegados de otros países a los equipos denominados «competitivos» (juvenil de División de Honor, Sporting C y Sporting Atlético).
La nueva fórmula, defendida por Alejandro Irarragorri, abre el debate de hasta dónde puede llegar el Sporting en términos de captación y de cómo esas incorporaciones afectan a los jóvenes futbolistas que se han formado desde sus etapas iniciales en Mareo. «Cuanto más se abran las fronteras y mejores futbolistas puedas tener, mejor. Pero, ¿a qué puedes aspirar?», se pregunta Javier Castaño, exjugador rojiblanco salido de la cantera rojiblanca, quien tiene respuesta al interrogante. «A descartes de equipos que llegan y cortan la progresión de los que están aquí. Si se traen jugadores para mejorar, bienvenido sea, pero si lo que tras no supera lo que hay, no lo entiendo», sentencia.
En los últimos años la cantera ha sufrido un cierto estancamiento. Con nueve jugadores formados en Mareo dentro del primer equipo, la promoción de futbolistas se ha visto ralentizada. En la presente temporada Iker Martínez, Yann Kembo y Pierre Mbemba son habituales en los entrenamientos y en muchas convocatorias, pero los casos de futbolistas que han llegado al primer equipo son herencias de un trabajo anterior. Diferentes voces cuestionan además la planificación del Sporting Atlético, con un gran número de delanteros, pero sin que ninguno de ellos haya sido utilizado por Rubén Albés tras ausencias por lesión o sanción en su línea de ataque.
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Cuatro años
La planificación de cantera con la que trabaja el Sporting, tal y como el club afirmó en un encuentro con periodistas dirigido a explicar esta cuestión, pasa por un periodo de cuatro años. El club, que considera que la generación de Diego Sánchez está ya agotada, se da un plazo de cuatro años para que el nuevo método de trabajo dé sus frutos y tiene puestos los ojos en el juvenil de División de Honor, que en enero disputará los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Deportivo de La Coruña. El proyecto de construir un equipo intermedio que diera cabida a jugadores que llegaban a Mareo previo pago de 37.990 euros ha quedado ya descartado, nutriendo a esta escuadra únicamente de futbolistas de la Escuela de Fútbol y planteándolo como una etapa intermedia entre el juvenil y el filial. Un filial ubicado en puestos de 'play off' de ascenso a Segunda RFEF, pero muy lejos del líder, el Real Oviedo Vetusta.
«El veneno está en la dosis»
En estos tres equipos de la estructura rojiblanca se distribuyen muchos de los jugadores extranjeros y de otras comunidades del país llegados a Mareo. Defendidos en muchos casos como un intento de incrementar la competencia, también flota la idea de que suponen un tapón para quienes llevan años en la Escuela de Fútbol. «El veneno está en la dosis», resume Sergio Sánchez, canterano y responsable en su día del Sporting Atlético. «La competencia es buena, el problema es dónde se pone el listón, que se valore de forma diferente al de fuera y al de casa. A veces es necesario sentirte amenazado. Hay jugadores que se acomodan y eso corre en su contra», explica.
Compañero de varios futbolistas que llegaron a Gijón de otras partes de España y que alcanzaron el primer equipo, Sergio Sánchez tiene claro que quien llegue al Sporting como refuerzo «debe tener el nivel para ser un futurible jugador del primer equipo» y echa de menos una mayor «preocupación por los activos del club», aquellos futbolistas formados desde la base. «Me entristece ver el estancamiento de jugadores que competían con nosotros en segundo año de juvenil para subir en Tercera».
La promoción de futbolistas que han vestido la camiseta rojiblanca durante prácticamente toda su trayectoria tiene además para Sergio Sánchez un componente de «identidad, de arraigo, que no se puede perder. Lo que se reclama es un porcentaje de asturianos que salieron desde abajo, como Nacho Méndez y Queipo, que pasaron por todas las etapas».
Iván Iglesias es otro de los canteranos ilustres del Sporting, al que llegó con nueve años para acabar en el primer equipo. «El fútbol ha cambiado. El que venía de fuera lo hacía por proximidad, ahora es más fácil y hay que estar abierto al mundo», explica. Pero lo que también considera «fundamental es la relación con los equipos de Asturias y en particular de Gijón, que todos trabajen para el Sporting. Que llegue jugadores de fuera está bien, independientemente de la edad. Pero el que llegue debe hacerlo para mejorar lo que hay, porque aquí el nivel es muy alto».
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