El Sporting de Gijón confía en cerrar la renovación de Nacho Méndez tras el mercado

La expedición del Sporting, con Gerardo García, puso ayer rumbo a Estados Unidos, concretamente a la ciudad de San Antonio, Texas, para participar en la reunión anual que organiza el Grupo Orlegi, 'GO Leaders'. Antes del viaje, el estado de las conversaciones con Nacho Méndez se analizaba con relativa tranquilidad, con más preocupación por tener atado al extremo por el que suspira Rubén Albés antes de que termine la semana. De ahí que la previsión apunte a que, si no surge ningún contratiempo, la renovación del mediocentro se hará esperar hasta el cierre del mercado. En todo caso, la velocidad con la que el Sporting se mueva en esta ventana de incorporaciones de invierno, que es la prioridad estos días, podría variar esa hoja de ruta inicial.

Pero, más allá de los tiempos, sin que se perciban prisas por ninguna de las dos partes, desde el Sporting manifestaban confianza en que la renovación de Nacho, con un planteamiento por tres temporadas, con opción a una cuarta en función de objetivos, se llevará a buen puerto.

«Mi reto personal es jugar con el Sporting en Primera División. Es el sueño que tengo en el horizonte, mi único objetivo, y tiene que ser el de todos este año», declaró el futbolista luanquín la semana pasada, durante su encuentro con EL COMERCIO, en relación a su futuro. El futbolista vivió un derbi asturiano muy especial en el estadio Carlos Tartiere, en el que cumplió su partido número '200' con el primer equipo del Sporting, con el que cumple su octava temporada desde su debut con Paco Herrera. «Soy feliz aquí, en casa y con mi gente. Disfruto de cada día y me siento un privilegiado por poder representar al Sporting. Dios dirá qué pasa más adelante», se limitó a comentar a renglón seguido, centrado en el clásico asturiano. El club le homenajeó tras el partido con una camiseta especial, entregada sobre el césped del Tartiere por Juan Carlos Ablanedo y Canella.

La ampliación de contrato de Nacho Méndez es una prioridad para el Sporting, que quiere sentar las bases del futuro, pendiente de en qué categoría milite el equipo. Al mismo tiempo, esa coyuntura económica de Segunda, con el Grupo Orlegi gestionando el tercer año de estancia en la categoría, ha forzado al club a reordenar su escala salarial, con ajustes en las propuestas. De ahí que renovaciones como las de Guille Rosas o Gaspar, con seguimientos de otros clubes, se hayan compensado con el compromiso de facilitar su salida si, llegado el caso, un club de Primera quiere hacerse con sus servicios y el Sporting sigue en Segunda.

La otra renovación, la de Pablo, está totalmente encarrilada, con un principio de acuerdo para su continuidad hasta 2028, con la posibilidad de alargar su vinculación por otra temporada más.