El Sporting de Gijón, a un pasito de la tranquilidad

A mil kilómetros de distancia y un pasito deportivo tiene el Sporting la oportunidad de ganarse, por fin, la tranquilidad, el saberse libre del descenso y poder encarar con todas las garantías la próxima temporada. Con el ambiente enrarecido por una mezcla de resultados adversos y una operación de venta del club que niegan tajantes desde dentro y desde fuera, llega el Sporting a Málaga con un solo objetivo: conseguir una victoria que despeje de una vez el camino de la permanencia (21 horas). Conseguir por fin el nuevo objetivo marcado hace poco más de un mes, después de una larga racha sin victorias que dejaron al equipo al borde del precipicio, un salto al vacío que se ve ahora lejano desde la llegada al banquillo de Asier Garitano y sus tres victorias en cinco encuentros.

Derrotar al conjunto de Sergio Pellicer supondría hacer los deberes y olvidarse de lo que suceda mañana en el choque entre el Castellón y el Eldense. Un resultado que no sea ese obligaría a estar pendientes de Castalia para saber si la jornada se cierra con una alegría o hay que encarar la próxima semana, de nuevo, con el cuchillo entre los dientes.

El conjunto rojiblanco acude a La Rosaleda con la estadística en contra. Más de cuatro décadas han pasado desde el último festejo en tierras andaluzas. Quini, Ferrero y Abel anotaron los goles rojiblancos aquella tarde, casi nada. Alejados del ruido externo y de las estadísticas se presenta el Sporting en Málaga para dar continuidad a lo que se vio en la primera parte contra el Deportivo de La Coruña. Lo hace además con alguna buena noticia. La principal, que Garitano podrá contar con César Gelabert, uno de los jugadores más en forma de la plantilla, después de pasar una semana de especiales cuidados por los problemas físicos que venía arrastrando.

En la lista figuran también Éric Curbelo y Carlos Dotor, recuperados ya de sus lesiones. No están Jonathan Dubasin, al que se espera para la próxima semana, y Kevin Vázquez, quien apunta a perderse el resto de la temporada. Para reforzar el lateral derecho, el técnico vasco ha incluido a Iker Martínez, jugador del filial que ya ha disputado unos minutos con el primer equipo en la presente campaña.

Lo que se va a encontrar el Sporting en Málaga es un estadio en ebullición. El conjunto andaluz, con solo un punto menos que el Sporting, afronta el choque consciente de que es una oportunidad de oro para certificar su permanencia, después de un año en Primera RFEF y con la vista puesta en el calendario: tras los rojiblancos, les tocará visitar al Elche y recibir al Burgos. «El del Sporting es el partido más importante de la temporada, una final», sentenció Sergio Pellicer en la rueda de prensa previa al partido. El ambiente en la grada será el de las grandes citas, con una afición volcada con su equipo que prepara un recibimiento masivo. «Va a ser un partido complicado contra un equipo que ha hecho nueve de quince puntos y que está en un buen momento».

El principal objetivo es la permanencia, pero en el club no se olvidan de que la próxima temporada está a la vuelta de la esquina. El propio Asier Garitano recordó la importancia de ver el carácter de los jugadores en estos últimos partidos de cara a la configuración de la próxima plantilla, que él mismo dirigirá.

Una noche en definitiva para tratar de sellar la tranquilidad y quitarse el peso de salvar una temporada que no está saliendo, ni mucho menos, como se esperaba. Todo con el ingrediente de que el equipo que tendrán enfrente busca alcanzar el mismo objetivo, aunque con sensaciones bien distintas después de haber logrado volver el pasado verano al fútbol profesional.

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