Ver 66 fotos
El Sporting se pone las botas
El equipo golea al Mirandés en su vuelta a El Molinón, en una primera mitad redonda, con tres golazos de Otero, Djuka y Gaspar
En apenas diez minutos, el mejor Sporting de la 'era Ramírez' se zampó a un chato Mirandés, atropellado por un oponente eléctrico, rocanrolero y que ... buscaba como un poseso el gol. Todo quedó visto para sentencia antes del descanso, del que regresó un equipo más pesado, legañoso y conformista. Se envalentonó ligeramente el Mirandés, ya con todo perdido, pero fue amordazado por una buena actuación de Yáñez.
Hubo otro partido, otro rival, otro escenario, El Molinón. Y otro Sporting. Sin parentesco con el que enfrentó al Valladolid. El equipo asomó intimidante, a toda pastilla, con la contorsión de Pascanu en el lateral y el salto a la titularidad de Hassan. Ante los ojos de Alejandro Irarragorri, la tropa de 'MAR' acampó alto y agobió la salida de balón del Mirandés, enchironado y dedicado a la faena de defender. Antes del minuto, Otero remató un centro de Nacho Méndez, nacido de un robo de su tocayo Martín, pero el tiro fue rebotado por Luis López. El canterano del Madrid tuvo bastante tajo. Varias jugadas después fue Djuka el que desvalijó a Barbu, asaltado cuando iniciaba el juego. Pero el delantero no pudo superar al portero en su salida. El Molinón se animaba, levantado por el frenesí de Hassan. Gaspar volvió a examinar la firmeza de las manos de Luis López con un disparo de catalejo.
El 0-0 era lo único que torcía el morro a Ramírez, agobiado únicamente por un disparo del visitante Álvaro Sanz. Juan María se libró de la amonestación tras un manotazo a Otero, en modo satélite, fijando Djuka a los centrales. El planteamiento rojiblanco era más vertical y afilado, sin retórica con el balón atrás, empotrando al Mirandés hacia su campo. Así, no aguantó más el once visitante, saltando el cerrojo de Lisci por los aires. El arranque rocanrolero lo coronó Juan Otero con un golazo de falta. Mención, eso sí, a la brega de Djuka, que se le hizo bola a Barbu todo el tiempo, ingeniando una falta, casi penalti, que pateó el atacante colombiano.
El gol relajó algo al Sporting, perdiendo un rato de vista el balón. Pero cuando lo volvió a agarrar cantó el segundo bingo. Otra buena presión de los gijoneses, con Luis López despejando el balón manso. Otero cabeceó y Djuka, de gatillo rápido, vio recompensado su gran partido con un disparo combado que reventó la portería del Mirandés. Otra preciosidad que será carne de resumen televisivo.
Noticia Relacionada
El Sporting desarbola al Mirandés a base de golazos
Bajón en el juego
Sin levantarse el once burgalés de la lona, el Sporting le dio otra estocada. Pascanu, meritorio en su cometido contra jugadores más livianos, vio campo libre y se animó. La aventura del central, vestido de lateral, culminó con un tacón hacia Gaspar, con la recortada. Luis López se quedó clavado frente al trallazo del canterano, que entró furioso por su palo. La guinda a una primera mitad para enmarcar, con el Mirandés sin poder rechistar. Hundido. Alessio Lisci liquidó a Barbu, en alerta amarilla y arrollado por Djuka en cada refriega, antes de pisar la caseta en el intermedio. El Molinón, en la onda de la explosiva propuesta, despidió a su dinámico equipo con una ovación monumental.
El Sporting se movió más hacia la emboscada tras el descanso, con una imagen más rácana. Con el viento a favor, Gaspar y Djuka olfateaban metros cuadrados libres de patrulleros. Lisci seguía ventilando su derrotado once con cambios. Gaspar se despidió con un zurriagazo y Ramírez metió en el partido a Fran Villalba, persiguiendo un mayor control y una mejor conservación del balón. Aunque el mediapunta fue escorado a la banda izquierda, sin mover una coma del planteamiento. El Mirandés espigó algo con un disparo de Chaira, rondando con frecuencia a Yáñez, pero parecía resignado a su suerte. Los burgaleses empezaron a avinagrarse con las filigranas de Villalba y, sobre todo, de Hassan, intermitente. El francés y Otero, aparentemente tocado, dejaron hueco a Esteban Lozano y Jeraldino.
Al Sporting le faltaba mando, con Villalba desgastado en la banda, con Lozano jugando en la otra. Cuando el valenciano pisaba pasillos interiores, el equipo enseñaba colmillo y el ataque se refinaba. Conectó con un gran pase con Djuka para buscar el cuarto, pero el delantero no se fió de la zurda. Jeraldino también amansó un balón peligroso dentro del área, pero no tuvo el gatillo dispuesto. Barcia le sacó el balón. Los 'Nachos' cuajaban un gran partido, en una fase color plomo de los gijoneses. Yáñez complicó la vida a Martín con un pase, pero luego lo arregló con una gran parada. El mediocentro, igual que Pablo García, precintaron su buena actuación con algo de descanso, relevados por Rivera y Diego Sánchez. El portero del Sporting volvió a detener un tiro de Carlos Martín. No terminó con buena cara el equipo, comprando papeletas para el gol burgalés, pero el partido ya estaba finiquitado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión