Queda en libertad uno de los detenidos por el asesinato de un empresario de Lena en Argentina
El juez de Instrucción ha decretado la medida al entender que no hay elementos probatorios suficientes para mantener en prisión al mecánico Ricardo César Arce López
efe
Martes, 31 de enero 2017, 23:08
Un juez argentino ha dictado este martes la puesta en libertad de Ricardo César Arce López, el mecánico detenido por el crimen del empresario asturiano Roberto Fernández Montes, cuyo cadáver fue encontrado calcinado el pasado martes en Buenos Aires. El juez de instrucción Hernán Martín López decretó la "falta de mérito", al entender que no hay elementos probatorios suficientes para mantenerlo en prisión, aunque no descartan que tuviera otro rol en el caso.
Arce López fue detenido el 24 de enero junto al yerno de la víctima, Santiago Corona, al ser identificado erróneamente por los investigadores como uno de los dos individuos que aparecía en las grabaciones de las cámaras de seguridad del domicilio del empresario, en el barrio porteño de Caballito.
En las imágenes se veía a Corona junto a un empleado transportar un bulto sospechoso envuelto en una manta hasta el maletero de un coche. Las autoridades argentinas continúan ahora con la búsqueda de otro implicado, un carnicero de origen paraguayo -supuesto autor material de la muerte- quien podría haber salido del país con documentación falsa, mientras Corona, considerado el cerebro del crimen, permanece en prisión preventiva. Se espera que este miércoles Corona sea llamado nuevamente a declarar, indicaron fuentes judiciales a la agencia estatal Télam.
El cuerpo calcinado del empresario, originario de Lena y residente en Argentina desde 1965, fue encontrado a las afueras de Buenos Aires tres días después de que sus hijas denunciasen su desaparición. Fernández, de 67 años, era propietario de la empresa Mini Vial, dedicada al alquiler de maquinaria de construcción y gestionada en los últimos tiempos por su yerno.
En declaraciones a la prensa, el abogado de la familia, Matías Morla, consideró que el móvil del crimen era "borrar las pruebas" que el empresario tenía contra su yerno por haberle estafado y con las que tenía previsto iniciar una causa penal. Un supuesto fraude detectado hace ocho meses por la víctima y que superaría el millón de pesos (casi 63.000 dólares) en créditos obtenidos con un poder a nombre del empresario, cheques cobrados en ventanilla, impagos en los camiones, excavadoras y otra maquinaria de la empresa, así como los seguros de los empleados.
Ello había desembocado en amenazas por parte del yerno que Fernández no llegó a denunciar por miedo a represalias contra su hija y nietos, según el relato de los familiares.