España recupera el crédito
La selección pone rumbo a la Eurocopa con una cómoda victoria en Oviedo ante Eslovaquia, a la que arrebata el liderato del grupo
RAMÓN JULIO GARCÍA
Domingo, 6 de septiembre 2015, 00:25
La selección española vuelve a liderar su grupo de clasificación para la Eurocopa de Francia, tras vencer ayer con comodidad a Eslovaquia por 2-0, con goles de Jordi Alba e Iniesta de penalti, en el Carlos Tartiere. Los de Vicente Del Bosque hicieron un muy buen primer tiempo, liderados por un sobresaliente Silva, y luego controlaron el segundo sin problemas.
Vicente del Bosque puso en la cocina a Cesc e Iniesta para guisar el partido, con juego de toque y posesión, pero pronto se vio que el fuego lento no era lo que requería el partido de inicio. Lo demostró Pedro con un par de internadas por la izquierda, que, secundado por Alba, metieron el miedo en el cuerpo a los eslovacos, que dieron un paso atrás y entonces sí le servía a España.
Los compatriotas de Dubovsky venían a lo suyo. A esperar, dejar a España sobar el balón en zonas alejadas de la portería y buscar la velocidad para hacer daño. Lo pudieron hacer antes de que se adelantaran los locales. Mak se aprovechó de un balón perdido por Ramos en el centro del campo, le permitió correr hacia Casillas, pero cuando llegó disparó cruzado.
La ocasión eslovaca fue el preludio del gol español. Bastó que Silva se hiciera con el balón en la derecha, condujera hacia el centro y viera a Jordi Alba. El resto fue mandar un centro preciso al lateral, quien solo tuvo que poner la cabeza para dar la ventaja en el marcador y llevar la calma al campo. La calidad del canario resolvió los problemas que el equipo tenía por el centro, donde no acababan de aparecer los huecos. Con el marcador a favor todo empezó a ser mucho más fácil. A Eslovaquia se le cayó el guión y España comenzó a tener la posesión más cerca de la portería contraria, con lo que las ocasiones de gol comenzaron a aparecer.
Cuando Iniesta o Silva se encontraban con el balón aparecía el fútbol y era cuestión de tiempo que llegara el segundo. El canario era suficiente para tener en jaque a toda la zaga eslovaca. Pero, lejos de aparecer con paredes y tocando, el segundo llegó a la contra. Un balón largo sobre Diego Costa, que estaba pasando inadvertido, le sirvió para presentarse ante el portero eslovaco, que le derribó. Penalti, tarjeta amarilla para el meta y gol de Iniesta para acabar de encarrilar el encuentro.
En defensa, los de Del Bosque no pasaban apuros, ya que a Ramos y Piqué los rivales les llegaban muy maduros. Les bastaba con estar atentos al corte. El catalán empezó siendo silbado por un sector de la grada. Luego silbado y aplaudido a la vez.
La selección se sentía cómoda como hace tiempo. Dominaba el partido sin demasiado esfuerzo y Casillas solo tuvo que intervenir en una ocasión. Un tiro lejano que detuvo sin problemas, pero que le sirvió para que la grada le demostrara el cariño en su centenario coreando su nombre.
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España 2-0 Eslovaquia (I)
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España 2-0 Eslovaquia (II)
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España 2-0 Eslovaquia (III)
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Los aficionados se divertían con la calidad de las acciones individuales de los jugadores españoles, que después de mucho tiempo volvían a hacer el juego que les llevó a asombrar al mundo, pero para ello tuvieron la colaboración de una selección eslovaca que no demostró ser la líder del grupo. El partido era cómodo y servía para despejar las dudas que se cernían sobre el equipo desde hace algún tiempo. España resolvió un encuentro sobre el que había incertidumbre con buena nota.
La influencia de Silva
Tras el descanso parecía que Eslovaquia iba a tratar de arriesgar más y buscar la portería de Casillas, pero era solo una intención, ya que los españoles tenían más campo para hacer su fútbol y dominaban a placer. El Carlos Tartiere vivía la sensación de que el partido y todo lo interesante pasaba donde estaba Silva. El canario estaba de dulce y ponía el ritmo al juego. Incluso pudo marcar en un buen servicio de Pedro, pero después de un recorte su disparo pegó en un defensa. El rechazo posterior lo mandó alto Cesc por poco.
El partido, a medida que se iba disolviendo cualquier atisbo de reacción eslovaca, iba quedando para el lucimiento del equipo nacional. Las posesiones cada vez más largas y con más tiempo para que apareciera la ocasión del último pase.
La ovación de la noche se la llevó el canterano del Real Oviedo Santi Cazorla cuando saltó al campo el sustitución de Cesc. El Carlos Tartiere premió a uno de los suyos con un sonoro aplauso. También Iniesta recibió una cerrada ovación cuando abandonó el terreno de juego para dar entrada a Koke. Las ocasiones, mientras, se iban sucediendo ante la portería de Kozacik. Eran de todos los colores: remates de Silva, chilena de Costa, disparo lejano de Cazorla, pero no llegaba el gol. La tranquilidad de la noche se rompió con una ocasión eslovaca, en una acción en el área con varios remates, en la que Casillas acabó despejando.
El equipo español seguía perdonando en un partido cada vez más anodino, mientras que Eslovaquia parecía querer que acabase pronto, ya que apenas exponía para tratar de acercarse a la portería de Casillas.