La bajada del precio de petróleo pasa factura a la industria asturiana
Empresas como Asturfeito o Astilleros Gondán han empezado a buscar proyectos en áreas de negocio menos expuestas a los vaivenes del crudo
DIANA DE MIGUEL
Domingo, 1 de febrero 2015, 01:13
En apenas seis meses, el precio del barril de petróleo Brent, el que sirve de referencia en Europa, ha pasado de cotizar a 110 dólares a hacerlo por debajo de los 50. Una buena noticia para la economía española en su conjunto, que consume aproximadamente un millón de barriles al día, y para la asturiana en particular. Sobre todo, porque los procesos productivos de sus empresas se tornan más competitivos y el coste total de fabricación se reduce. Los productos españoles comercializados fuera de la eurozona se han abaratado, fruto de esta bajada, un 13%, lo que constituye una ganancia competitiva y un empujón para las exportaciones. De ello dan fe en empresas como Indemesa, donde aseguran que la nueva cotización del crudo supone, en términos reales, una mejoría que afecta directamente a los gastos energéticos, a los desplazamientos a obras y a las exportaciones en las que se podrán ofrecen precios más competitivos.
Pero nunca llueve a gusto de todos y el desplome de los precios del barril de crudo y de otras materias primas, como el hierro, ha empezado a pasar factura a destacadas empresas asturianas con importante actividad exterior y cuya facturación global depende en buena medida de la parte de su negocio que guarda una relación directa con los proyectos de energía, petróleo y gas. Algunas, entre las que se encuentra Asturfeito o Astilleros Gondán hablan abiertamente de una nueva coyuntura nada favorable para sus intereses. Se han visto obligadas a revisar sus expectativas de negocio después de que algunos de sus clientes -petroleras, fundamentalmente- hayan optado por revisar pedidos y ralentizar o dar carpetazo a nuevos proyectos. Otras, entre las que se encuentran Duro Felguera y TSK, afrontan la nueva cotización del crudo como una oportunidad para captar más inversiones en centrales de generación de gas. Y es la caída del precio del petróleo conlleva la del gas, al estar sus precios indexados a la cotización del crudo en los mercados internacionales, lo que puede hacer más interesante la inversión en este tipo de instalaciones. Reconocen, eso sí, que los procesos de contratación de nuevos proyectos energéticos se están retrasando.
La caída del crudo lleva meses centrando todos los análisis macroeconómicos, nada extraño teniendo en cuanto los efectos que las oscilaciones del precio de esta materia prima tiene sobre la economía y, por la tanto, sobre los mercados, lo que en el caso de las empresas cotizadas como Duro Felguera ha acarreado cambios notables en las percepciones que tienen sobre ella la Bolsa y algunos analistas. Según explican desde la compañía, con la caída del precio de commodities (mineral de hierro y petróleo) existe en el mercado una preocupación de que se les cancelen proyectos que tienen en marcha en el área de minería, como por ejemplo el de Roy Hill (Australia). Sin embargo, el presidente de la compañía, Ángel del Valle, sostiene que eso «no va a ocurrir, entre otras razones, porque el proyecto está ya muy avanzado». Lo que sí reconocen desde la empresa es que algunos procesos de contratación se están retrasando en el tiempo. Una situación que, eso sí, afecta por igual todas las compañías que se dedican a la gestión de proyectos llave en mano.
Lo cierto es que la bajada del petróleo también se ha convertido en un problema todavía de consecuencias inciertas para aquellas compañías que tienen entre sus clientes a la industria petrolera, que aunque ahora ingresa la mitad tiene los mismos gastos, y a países que, como es el caso Noruega, son muy dependientes de la explotación y exportación de hidrocarburos y recursos mineros y que están no solo reestructurando yacimientos e instalaciones, sino revisando pedidos a proveedores y dando carpetazo a nuevos proyectos. Hay que tener en cuenta que para la industria petrolera, las inversiones son técnicamente rentables con un barril a 80 dólares.
Eso explica que BP, la tercera empresa privada más importante del mundo dedicada al petróleo y al gas, haya decidido reestructurar su actividad en el Mar del Norte y Noruega anuncie recortes del 15% y hasta 2018 en sus inversiones en la industria petrolera, lo que influirá notablemente en la contratación de buques relacionados con la actividad extractiva que puede verse ralentizada.
Un aspecto nada despreciable para Astilleros Gondán, que ha fabricado alguno de los grandes barcos que usan las petroleras. Hace cinco meses que partió de Figueras el Stril Luna, una embarcación de apoyo a plataformas petrolíferas para el Mar del Norte y, en la actualidad, el astillero construye otro prácticamente idéntico que se botará el próximo 20 de marzo y saldrá del astillero a principios del próximo año. Su director, Álvaro Platero, presidente también de la Asociación de Pequeños y Medianos astilleros del país, no oculta su inquietud por la nueva situación, aunque asegura que las condiciones del barco de apoyo a plataformas petrolíferas que está en construcción no han variado.
El Stril Luna lleva tres meses surcando las aguas del Mar del Norte. Según explica Platero, su armador lo alquila a empresas petrolíferas, pero estas ahora han aminorado la actividad ante la caída del crudo. «Si la situación no cambia, los nuevos contratos podrían verse afectados», asegura. De ahí que el astillero asturiano haya empezado a buscar proyectos en áreas de negocio menos expuestas a los vaivenes del crudo y en las que también tiene experiencia como la de las patrulleras, remolcadores o buques científicos.
Recorte en las petroleras
La petrolera azteca Pemex también ha anunciado recientemente un recorte de inversión de más de 1.200 millones de euros. La empresa despedirá a un 17 % de empleados y anulará un 20% de los contratos aprobados. Al margen de esta situación, la nueva coyuntura podría beneficiar a otros sectores como el transporte marítimo o la pesca, por lo que la capacidad que tengan los astilleros para adecuarse a las nuevas demandas será determinante para su futuro. De momento, la entrega de atuneros para los armadores mexicanos sigue su curso. El próximo 28 de febrero Astilleros Armón hará entrega del último buque encargado por Grupomar, la empresa del asturmexicano Antonio Suárez.
La caída del barril de crudo también ha llevado a la asturiana Asturfeito, entre cuyos clientes se encuentra BP, a revisar las expectativas de negocio del sector del Oil&Gas, hasta ahora determinante en su cuenta de resultados. Su presidente, Belarmino Feito, reconoce que «las petroleras van a invertir menos» y que eso les obliga a derivar inversiones a otros sectores como el nuclear o el científico para poder seguir creciendo, sobre todo, a partir de 2017. Feito asegura, no obstante, que el hecho de que los proyectos en los que están trabajando sean a muy largo plazo les da margen suficiente para revisar sus planes de negocio y evitar que la bajada del negocio energético impacte negativamente en sus cuentas. «Los proyectos en los que estamos trabajando van a seguir y tenemos mucho tiempo por delante para revisar nuestros planes de negocio», asegura reconociendo que ya han empezado a dar más protagonismo al sector nuclear para que, en el horizonte de 2017, pueda cubrir la parte del negocio energético que, fruto de la ralentización de las nuevas inversiones, quedaría desatendida. La parte positiva del nuevo escenario económico viene de la mano de un euro más bajo que, en el caso de Asturfeito, les permitirá aumentar su presencia en el mercado americano después de que el pasado mes de septiembre la compañía abriera oficina en Houston.
Con la bajada del crudo, también ha cambiado de forma radical el escenario en el que se mueve Duro Felguera, que obtiene de sus negocios de energía, petróleo y gas el 60% de su contratación total. Los beneficios trimestrales del grupo ya apuntaban a un progresivo deterioro en sus cuentas. De hecho, en los nueve primeros meses de 2014, el beneficio neto atribuido de la compañía registró un descenso sobre el mismo periodo del año anterior de más del 52%. Una pronunciada caída que la empresa atribuyó al «progresivo ajuste de márgenes que se viene registrando en los proyectos energéticos e industriales llave en mano que ejecuta la compañía, hasta situarse en niveles próximos a la media del sector, aunque manteniéndose todavía por encima de la misma».
Su cifra de negocio, sin embargo, ascendió a 608,4 millones, un 10,8% superior a la del mismo periodo de 2013. Como en el caso de Asturfeito, los proyectos en el negocio Oil & Gas que Duro viene potenciando estratégicamente, son a muy largo plazo lo que le da margen suficiente para derivar inversiones futuras a otras áreas de actividad. De momento, no ven motivos para la alarma pese a reconocer que algunos procesos de contratación se están ralentizando. Una situación que, argumentan desde la compañía, afecta por igual todas las compañías que se dedican a la gestión de proyectos llave en mano. En el caso del área del gas, Duro está realizando numerosas inversiones en todo el mundo y ha dado un salto espectacular a los mercados exteriores de la mano de su filial Felguera IHI. En el área de energía, donde están especializados en centrales de generación de gas, la compañía ha presentado ofertas en diversos países y tiene expectativas de que pueda lograr algún contrato en breve. También el taller que trabaja pare el sector petroquímico DF Calderería Pesada cuenta con carga de trabajo suficiente que les lleva a estar relativamente tranquilos ante la nueva situación.
Las áreas de Energía, Minería y Handling y Oil & Gas representan el 83% de las ventas totales del grupo (47%, 29% y 9%, respectivamente) y, a día de hoy, ninguno de sus proyectos en curso se ha paralizado.