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Casanova López

Casanova López

Con un insuperable historial amoroso, el tenista regresa a la soltería envuelto en polémica tras once meses de matrimonio

irma cuesta

Lunes, 20 de junio 2016, 12:53

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Quizá sea porque el tenis es esa clase de deporte que va persiguiendo el verano por el mundo, y eso le pone a uno cuerpo de fiesta, o porque el chaval, que es guapo con ganas, se equivocó de paloma. El caso es que Feliciano López (Portillo de Toledo, 34 años) acaba de decir adiós a su rubísima esposa con el tiempo justo de ahorrarse el regalo del primer aniversario de boda. La ruptura del flamante campeón de dobles de Roland Garros y Alba Carrillo ha convulsionado el mundo rosa, ávido de un culebrón veraniego que echarse al coleto, gracias a la confesión desgarrada con la que la modelo de 28 años ha llenado varias páginas de la revista Hola. La chica asegura que se encuentra desolada, mientras el campeón guarda silencio y media España se pregunta si el muchacho será víctima o verdugo, si han sido los celos los causantes de la ruptura, si la culpa la ha tenido la ajetreada vida del deportista o si, simplemente, nunca debieron casarse.

Puestos a pensar, lo de los celos puede ser una opción porque Feliciano -de quien la madre de Andy Murray llegó a decir que su belleza estaba a la altura de los dioses romanos y le apodó Deliciano- acumula una lista de conquistas fuera de la pista difícil de igualar.

Su primera novia conocida fue la también tenista salmantina María Antonia Sánchez Lorenzo. La chica, una de las más guapas del circuito en aquellos tiempos, coincidió con él en 2002, cuando ambos se labraban un futuro en las canchas. Sin embargo, la cosa terminó en 2005 y cada cual siguió por su lado. Luego llegaría a su vida Alejandra Prat. La pareja se conoció en un torneo de golf en Ibiza y, aunque aquel verano de 2005 no se separaron, cuando todo hacía pensar que ambos sentarían la cabeza, Alejandra decidió que aquella relación no iba a buen puerto y dejó al guapo toledano en la estacada.

El destino lo cruzaría entonces con quien se convertiría en una de sus parejas más duraderas. Cinco años estuvieron juntos la ex Miss España María José Suárez y el joven que atesora en Facebook una página creada por sus fans dedicada a sus ojos verdesazulesgrises, hasta que en 2010 pusieron fin a la relación. Después de meses de idas y venidas, la pareja se separó cuando la andaluza anunció su embarazo y su deseo de seguir adelante aunque él no estuviera a su lado.

Al final, la modelo tuvo un aborto y la historia saltó por los aires cuando él puso en duda que el embarazo fuera real. Suárez, por cierto, ha colgado estos días en sus redes sociales el mensaje de el tiempo pone a cada uno en su lugar, aunque luego precisó que no tenía que ver con el divorcio de su ex, sino que sólo hablaba de ella.

Inasequible al desaliento y de nuevo soltero, Feliciano buscó en aquella época en Vicky Martín Berrocal la manera de ponerse contento, hasta que un buen día acaparó las portadas de las revistas de la mano de Jessica Bueno. La hoy novia del futbolista Jota Peleteiro y ex de Kiko Rivera era por entonces solo la guapa Miss Sevilla. Lo suficiente para conquistar el corazón de nuestro Casanova particular y para que ambos dejaran para la posteridad una buena colección de fotos haciéndose arrumacos.

Sólo un año después, Úrsula Corberó se cruzó en su vida. Dicen que fue durante la Vogue Fashion Night Out de 2011 cuando los chavales entraron en un trance amoroso incontrolable. Aquello, sin embargo, tampoco cuajó. A pesar de que la hoy novia de Chino Darín tenía por entonces una diplomatura en Física o química, la relación se fue al traste en un año por culpa de las infidelidades del guaperas, y a ella, según dijo, se le «partió el corazón».

En ese tiempo, entre novia y novia, aún sacó fuerzas para tontear con Nira Juanco, la periodista de la F-1 en Antena 3, con la que se marchó un verano de vacaciones. La canaria, que no habló públicamente de esa relación, compartió con él cenas, fiestas y conciertos. ¡Ah!, y también estuvo con la concursante de Gran Hermano Sonia Arenas antes de convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo.

Feliciano, que roza los 190 centímetros, es una de las mejores zurdas del circuito. Quizás sea esa mano izquierda la que le ha permitido llegar a ser una estrella del tenis y al mismo tiempo soportar semejante ajetreo. Con todo, hay quien dice que él y Alba nunca debieron casarse y que el tenista estuvo a punto de suspender el enlace a solo unos días de pasar por el altar. La opinión de Rosa Villacastín, experta en asuntos del corazón, es que la mayor parte de estos chicos, guapos y millonarios -se estima que Feliciano ha ganado once millones de euros con el tenis-, desarrollan una suerte de alergia al compromiso incurable. Villacastín cree que algo de eso puede haber influido en la ruptura, pero también que las declaraciones de la modelo son, cuando menos, confusas. «Eso de estar destrozada y llamar a la revista y cobrar -se habla de 50.000 euros por la exclusiva-, es difícil de comprender. Ella tiene mucho carácter y cuando se casó con él lo dejó todo para convertirse en ama de casa. Ahora, de la noche a la mañana, ha doblado su caché apoyada en esa pena de la que habla».

Lo único cierto es que el amor les ha durado 11 meses, que la modelo cotiza al alza y que el tenista, visto lo visto, no tendrá problemas en recuperarse.

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