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Urbanismo no da fecha para reabrir el tráfico en la zona afectada

Los bomberos tuvieron ayer que regar de nuevo el amasijo de Uría, 58, al comprobar que humeaban parte de los rescoldos del incendio

MARTA IZQUIERDO

Lunes, 11 de abril 2016, 01:22

El departamento de comunicación municipal envió la pasada tarde un comunicado que incorporaba unas palabras poco usuales en el lenguaje político: «El Ayuntamiento de Oviedo pide disculpas a los vecinos y comerciantes de la zona por las molestias que les están ocasionando las labores de consolidación del edificio siniestrado». La notificación indicaba igualmente que «el desarrollo de los trabajos se está llevando a cabo con la mayor celeridad posible para garantizar que pueda retomarse la actividad normal en todo el entorno con plenas garantías de seguridad». Parece que es tan solo una manifestación de buena voluntad, porque va a pasar bastante tiempo antes de que la normalidad pueda regresar al corazón de Oviedo.

Ningún responsable municipal se atreve a dar una fecha en la que se pueda abrir al tráfico Uría y Melquíades Álvarez, aunque el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, apuntaba ayer que «es más inmediata la apertura de Melquíades Álvarez, porque los trabajos en Uría requieren más meticulosidad». No obstante, el restablecimiento de la circulación no se hará hasta que las dos fachadas estén sujetas, lo que, según los calendarios que se manejan, no ocurrirá, como pronto, hasta dentro de una semana.

Ayer por la tarde se desplazaba a Uría el primero de los 12 camiones de hormigón para llenar de ese material el encofrado, que horas antes se había montado con el fin de fabricar sobre el terreno los colosales cubos de seis metros cúbicos. Serán los contrapesos en los que se anclará la estructura destinada a que consolidar las fachadas de Uría, 58 y Melquíades Álvarez, 25. La idea es añadir acelerantes a la mezcla, con el propósito de que el hormigón fragüe más rápidamente. Ello permitirá levantar las estructuras que aseguren las dos portadas. Posteriormente, la semana que viene, si se cumple el calendario que barajan los técnicos, arrancarán los trabajos de arriostramiento para consolidar las medianeras de los edificios que lindan con el 58 de Uría y con el 25 de Melquíades Álvarez. Ese proceso dará paso a las labores de desescombro.

Tres edificios operativos

También ayer el Ayuntamiento permitió que los vecinos e inquilinos de los números 52 y 54 de Uría, desalojados el día del siniestro, abriesen las puertas de sus casas y oficinas para dormir y trabajar con normalidad, con lo que solo quedan dos inmuebles clausurados o con acceso restringido, los de Uría, 56 y 60. Además hoy podrá recibir clientes la zapatería de este último, el edificio La Cúpula, c uyo local ocupa la esquina entre Uría y Melquíades Álvarez. El Ayuntamiento ya da por hecho que la seguridad ahí está acreditada.

Desde el viernes, se permite la entrada en el número 23 de Melquíades Álvarez. No obstante, siguen clausurados los números 56 y 60 de Uría. El Ayuntamiento permite a sus vecinos, a los propietarios de los inmuebles o a los dueños de oficinas situados en esos enclaves acceder a su interior para recoger enseres acompañados de agentes de la Policía Local o del Servicio de Extinciónd e Incendios de Oviedo. Es la misma imagen de personas cariacontencidas, que portan equipos informáticos o que arrastran maletas con ruedas por el medio del asfalto. Por primera vez desde que se declaró el incendio, los afectados tienen establecido un horario para acceder al recinto, con lo que ya no han de esperar durante horas a la orden de un agente de seguridad para acceder. El turno está establecido de una a dos y de siete a ocho de la tarde. Durante esos lapsos de tiempo, se paralizan los trabajos de consolidación de las fachadas con el fin de evitar riesgos.

Inquietud tras ver humo

El perímetro de seguridad establecido tras la tragedia que costó la vida al bombero Eloy Palacio se va reduciendo. Pero no pocos viandantes se asustaron ayer, minutos antes de la una de la tarde, al comprobar que del esqueleto quemado del número 58 salía humo de nuevo. Dos bomberos de Oviedo encaramados en la autoescala trataban de ahogar el humo, que procedía de unos rescoldos que se habían reavivado, como confirmó el alcalde, Wenceslao López, que se acercó a la zona junto a su concejal de Seguridad, Ricardo Fernández.

Va a pasar tiempo antes de que la calle Uría vuelva a coger músculo. No hay plazo para restablecer el tráfico, que no es compatible con los trabajos de sujeción de las fachadas. Eso prolonga los inconvenientes que los cierres de esa arteria acarrea. Por el área cortada al tráfico transitan 8 líneas de autobuses, y el Ayuntamiento ha tenido que retocar los recorridos porque hay paradas inutilizadas en Uría, dos, en total, pero con un importante volumen de recorridos. De hecho, la calle fue considerada, dentro del plan de Movilidad, como un intercambiador para favorecer la movilidad entre líneas.

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