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Sobre estas líneas, Rodrigo Cuevas luce la montera picona ante la mirada del modisto Constantino Menéndez.
«Tengo que ver cuánta ropa me apetecerá quitarme»

«Tengo que ver cuánta ropa me apetecerá quitarme»

Rodrigo Cuevas, Premio Amas al artista revelación, presenta mañana en Gijón un show de 'reguetoná' con el que recorrerá todo el país

JESSICA M. PUGA

Viernes, 3 de marzo 2017, 03:40

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Cada vez que Rodrigo Cuevas (Oviedo 1985) se para un momento y piensa en lo que podría ser su siguiente espectáculo, empiezan a lloverle ideas dispares. Y no solo a nivel vocal, pues la puesta en escena y el vestuario de quien se define como agitador folklórico juegan un papel fundamental. Todo lo que se le ocurre lo analiza, lo revisa y juega con ello para conseguir lo que quiere, hasta el punto de que, muchas veces, sus planteamientos cambian una vez encima del escenario: «Sé cómo empiezo, pero no cómo acabo; ni quiero saberlo porque es lo que me da emoción y creo que también lo que espera el público», explica el músico, que mañana (20.30 horas) estrena show en el Teatro de la Laboral de Gijón.

'El mundo por montera' sigue la línea de su primer espectáculo, «formato cabaré, tocando mucho la música popular y tradicional from all over the world» y, como novedad, una apuesta «por la reguetoná», dice el artista, que prefiere lanzar las etiquetas antes de que otros se las pongan. Su público será testigo de un espectáculo que «es resultado de todas mis experiencias vitales», que fue concebido hace tres meses y que sirvió a su autor de «exorcismo» al trabajar haciendo humor mientras atravesaba un momento personal triste en el que se le murió la burra y dejó la Galicia que le había servido de hogar los últimos años para regresar a su Asturias natal. Por eso que buscara un título que reflejara «todo mi universo» -que encontró en 'El mundo por montera'- y que optara por un vestuario creado ex profeso para ir acorde con la parte teatral y musical, que incluye «temas reguetoneros y cosinas más sensibles», adelanta, y marca muy bien «las dos cosas que hay que tener en la vida: sensibilidad y alegría».

La media docena de piezas que lucirá Rodrigo Cuevas llevan esta vez la firma práctica de Constantino Menéndez, quien compartió la parte teórica con Susana de Dios, nombre habitual en los diseños del 'showman' ovetense. «Cuando hace dos meses nos sentamos para hablar de lo que podíamos hacer, yo quería muchos colorinos, flores y alegría; y finalmente, ha quedado algo colorido, sí, pero más lineal y elegante», adelanta Rodrigo de esas piezas que estrenará mañana. «En el escenario, lo que en un principio empieza siendo sobrio como la vida misma, acaba convirtiéndose en algo más explosivo y festivo, en la línea del proceso que atravesó Rodrigo cuando trabajábamos todo esto», cuenta Menéndez.

La parte creativa fue compleja porque tenían muchas ideas en la cabeza. «Es mucho lo que uno quiere unir: tradición, modernidad, espectáculo, glamour, que no canse para aguantar bien la hora y cuarto de espectáculo....», asegura el músico. El resultado se materializa en: un mantón, una falda, un chalequín, la montera picona y les madreñes y, como guinda del pastel, un collar de castañuelas; y cumple dos características claves: la versatilidad y la funcionalidad. «La ropa está hecha para que Rodrigo pueda transformarla y jugar con ella», explica su autor, quien conoció al músico en el concurso de vestimenta tradicional de Grado de octubre, adonde el diseñador llevó unos pantalones actuales con corte tradicional, una línea de ropa que está abriendo y que coincide con la filosofía de Cuevas. Contactaron y su primera colaboración fueron, precisamente, los pantalones que el músico lució cuando acudió al programa de Buenafuente.

El tiempo de discurrir ha terminado, aunque tratándose de Rodrigo no se puede decir que esté cerrado al cien por cien. «Todavía tengo que ver cuánta ropa me va a apetecer quitarme. No me lo he planteado para este número», bromea el elegido por aclamación popular como artista revelación en los Premios Amas que se entregaron hace una semana en el Campoamor de Oviedo. «Los reconocimientos están bien, más cuando te lo entregan en tu ciudad, pero no es algo que se me suba a la cabeza... Lo que sí me provoca un subidón brutal es que se vendan todas las entradas de 'El mundo por montera'», asegura. Lo cierto es que poco tiempo libre le queda para pensar en ello pues su calendario empieza a llenarse: el próximo viernes estrena en SACO el documental 'Rodrigo Cuevas. Campo y tablas', el sábado actúa en Santander; el 17, en Bilbao; el 18, en Donosti, el 23 en León; el 24 en un festival de Madrid; en abril estará en Mieres; en mayo en el Niemeyer, en Santiago, Valencia, Barcelona... Y lo que le queda. A la vista, las pruebas de que Rodrigo Cuevas lleva el mundo por montera.

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