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Raquel Alonso.
«Es una región bastante laica, pero nadie se plantea quitar la cruz de la bandera»

«Es una región bastante laica, pero nadie se plantea quitar la cruz de la bandera»

La medievalista Raquel Alonso repasa en el Ateneo Obrero de Gijón el origen 'fabulado' de los símbolos del Principado

MIGUEL ROJO

Miércoles, 19 de noviembre 2014, 00:17

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La historiadora del arte y estudiosa medievalista Raquel Alonso, de la Universidad de Oviedo, ofreció ayer una conferencia en el Ateneo Obrero de Gijón de la mano de la Asociación Ástura, que cada mes se asoma a este espacio para divulgar cualquier tipo de conocimiento relativo a Asturias y sus habitantes. En esta ocasión, la profesora habló acerca de las 'Ruinas, reliquias y cruces: la construcción histórica de los símbolos', que tuvo lugar -«al igual que un muchos otros lugares de Europa»- a lo largo del siglo XII, y que vino de la mano del obispo Pelayo, entonces jefe de la Iglesia asturiana. En el 'Liber Testamentorum' y el 'Corpus pelagianum' dejó por escrito una serie de hechos a medio camino entre la historia y la leyenda que aún tienen vigencia en la sociedad asturiana.

«Fue el obispo Arias, en el siglo XI, quien pone en marcha esta estrategia de recuperación histórica, con el objetivo de dar prestigio a la sede episcopal asturiana, en un momento en el que Toledo y Braga cogían un gran impulso tras la expulsión de los musulmanes», detalló. Aún así, la importancia del obispo Pelayo es mucha, pues «a él le debemos las actuales leyendas que cuentan la fabricación por parte de los ángeles de la cruz que adorna el escudo de Oviedo, la historia de que en el interior de la Cruz de la Victoria está la que Pelayo portaba en su victoria sobre los musulmanes en Covadonga o la de que el Arca Santa, repleta de reliquias, viajó desde Jerusalén hasta Oviedo, además de la más que dudosa existencia de un palacio episcopal en el lugar que ocupaban las ruínas de Lucus Asturum. El obispo Pelayo, usando en ocasiones hechos reales, introduce todos estos símbolos en las crónicas, con el objeto de hacerlos más verosímiles», explica Alonso.

Y lo hizo con éxito. «En una región bastante laica, y con mucha tradición republicana, nadie hoy en día se plantea quitar la Cruz de la Victoria de la bandera de Asturias, sería casi sacrílego mencionarlo», analizaba la profesora.

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