A Trump se le ponen las cosas feas

Donald Trump tiene serios problemas para hacer amigos entre la comunidad latinoamericana. Pocos hombres concitan hoy tantas antipatías como el magnate inmobiliario y candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. Es muy feo desear el mal ajeno, pero ya son muchos los que no quieren ver ni en pintura al excéntrico multimillonario. Ayer fue Costa Rica el país que declinó participar en el certamen Miss Universo, del que es propietario el aspirante a ocupar la Casa Blanca. A los costarricenses tampoco les han gustado las palabras «xenófobas y ofensivas» del empresario, para quien los inmigrantes mexicanos son unos «violadores» y unos «criminales» y van hasta las cejas de drogas. Con cosas así va a ser muy difícil que Trump coseche el voto de algún hispano. Por de pronto ya se han apartado de él Univisión (la cadena en español más grande en EE UU), NBC Universal, Carlos Slim, Televisa... Y la lista de desafectos crece con cada día que pasa.

Teletica, compañía televisiva de Costa Rica, organizadora local del concurso de belleza, anunció a través de un comunicado que mantendrá su certamen nacional, si bien la ganadora no acudirá a la competición de Miss Universo. «El concurso ha procurado unir a los más diversos países y culturas, ha realizado importantes campañas humanitarias y no ha marginado a ninguna concursante por su color de piel, su religión o sus ideas. Por todo esto rechazamos las xenófobas y ofensivas declaraciones del dueño del concurso Miss Universo contra los hermanos mexicanos y contra todos los latinoamericanos», señalan los responsables de la empresa audiovisual.

Los comentarios de Donald Trump están produciendo tal grado de contestación que la bola de nieve en su contra engorda sin que nadie sepa cómo detenerla. Si NBC y Univisión han roto sus relaciones contractuales con el potentado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se ha atrevido a hablar inglés para expresar lo que piensa de Trump. Durante su programa 'En contacto con Maduro', el mandatario dijo que el inversor era «un verdadero pelucón, el papá de los pelucones... the father of the pelucons».

La metedura de pata de Donald Trump es colosal, sobre todo porque el 18% de la población de Estados Unidos es de origen latino y posee una creciente capacidad de influencia. No en balde un tercio de los telespectadores que ven el concurso de Miss Universo pertenece a la comunidad latina y sabe moverse muy bien en las redes sociales. Lejos de enmendar su error, el magnate persevera en su contumacia. Su reacción ante la cancelación del compromiso ha consistido en presentar una demanda contra Univisión, a la que reclama 500 millones de dólares. Univisión, que no emitirá los concursos para elegir a Miss USA ni Miss Universo, no quiere granjearse la enemistad de su audiencia. Trump se la ha ganado a pulso.