Philipp Budeikin, el creador de la 'Ballena Azul', quiere «limpiar la sociedad»
El joven ruso de 21 años ha sido detenido y está acusado de incitación al suicidio
elcomercio.es
Miércoles, 10 de mayo 2017, 22:04
El creador del juego la 'Ballena' azul', que ha llevado a la muerte a decenas de jóvenes ha sido detenido y su identidad se ha hecho pública. Se trata del ruso Philipp Budeikin, de 21 años, quien en su declaración ha dicho que las víctimas del macabro juego eran «residuos biológicos» y que estaban «felices de morir». Su objetivo, según sus propias palabras, no es otro que «limpiar la sociedad». En este momento, el detenido se encuentra en la prisión de Kresty, en San Petersburgo, donde incluso recibe cartas de amor de adolescentes.
En España, la 'Ballena azul' estuvo a punto de costar la vida a dos jóvenes residentes en Barcelona y Palma de Mallorca respectivamente. Esta moda viral consiste en pasar diferentes niveles a cada cual más siniestro y cruel que el anterior. Por supuesto, el último nivel insta a quitarse la vida. Es de tal gravedad que incluso las autoridades rusas han iniciado las correspondientes investigaciones a fin de tomar medidas para detener la práctica. 'La ballena azul' ha sido promovida por una web rusa como Vkontakte. Las pruebas van desde ver películas de terror todo el día hasta llegar a autolesionarse. Obliga a saltar desde grandes alturas al vacío, permanecer despierto durante un amplio periodo de tiempo o grabarse con un cuchillo en la piel el dibujo de una ballena.
Puede resultar tan escabroso como el conocido juego de la asfixia, ese que incluso cuenta con víctimas que retransmitieron su fallecimiento a través de redes sociales. En el caso de la ballena azul, el portal The Siberian Times recoge los casos de Yulia Konstantinova y Veronika Volkova, de edades no superiores a los 16 años. Murieron tras saltar desde un edificio de catorce plantas. Un suceso que derivó en el inicio de las investigaciones.
Según miembros de la Policía rusa, Yulia publicó un mensaje en Instagram en el que decía fin junto a la imagen de una ballena azul. Se estima en casi centenar y medio las muertes provocadas por este brutal juego.
