La extrema violencia de los ultras

90 segundos de violencia inusitada. De un brutal ataque directo entre individuos que jamás se habían encontrado antes. Las imágenes de la pelea entre los ultras del Génova y los del Sporting son estremecedoras. Golpes, patadas, bengalas, sangre e ira. EL COMERCIO.es ha tenido acceso al vídeo grabado por un policía fuera de servicio que ha servido como prueba principal para los investigadores a la hora de identificar a los participantes. Por el momento se han producido 27 detenciones (15 gijoneses y 12 italianos). No se descarta que haya más en los próximos días.

La grabación, realizada desde la otra orilla del río Piles, arranca cuando la trifulca ya está empezada. Las dos hinchadas se han encontrado en el parque del 'Kilometrín'. Son aproximadamente las nueve de la noche del sábado 13 de agosto, media hora antes del comienzo del partido amistoso del torneo Villa de Gijón.

No se aprecia quién ataca a quién. Pero sí que ambos grupos van provistos de palos, cinturones en mano y botellas rotas. Iban armados para la lucha. Medio centenar de hombres (jóvenes y alguno de mediana edad) se enfrentan cuerpo a cuerpo. Se atacan de forma radical hasta que se disuelven con la llegada de los antidisturbios. La riña tumultuaria duró aproximadamente diez minutos. Los suficientes para dejar una decena de heridos, la mayoría de ellos italianos.

El audio que acompaña a las imágenes es de lo más revelador. Gritos de miedo entre los testigos, reproches y sobre todo, palabras de indignación.

El vídeo, analizado escrupulosamente por la Brigada de Información, encargada de las investigaciones, deja poco lugar a las dudas y desmonta la teoría de ambos grupos radicales. Las dos partes se culparon mutuamente de las agresiones. Pero lo cierto es que se observa cómo tanto los miembros de la peña Ultra Boys como los 'tifosi' se dan y reciben.

El momento más duro del vídeo se produce cuando varios radicales del Sporting golpean violentamente a un joven italiano que yace en el suelo, justo al lado de la barandilla del río Piles. Otro individuo le propina repetidas patadas en la cabeza y en el cuerpo. Se ensaña a pesar de que la víctima apenas se puede mover y sangra de forma abundante. Hasta tres hinchas participan en ese mismo ataque, con palos y patadas, hasta que otro individuo del mismo grupo les insta a que cesen en su intención.