1.000 euros por alcoholemia

Se duplicarán las multas de alcoholemia -que pasarán de 500 a 1.000 euros-, se impondrá el uso obligatorio del casco para los ciclistas menores de edad y se penalizará la utilización de detectores de radares. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció ayer que estas medidas, recogidas en el anteproyecto de Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor Vial al que dio luz verde el Consejo de Ministros, entrarán en vigor a principios de 2014.

Fernández Díaz señaló que se regulará también la «tolerancia cero» para la conducción bajo los efectos de las drogas, así como el sometimiento a los controles de drogas y alcohol. La prueba será mediante saliva como medio habitual y la de contraste será un análisis de sangre, con sanciones de 1.000 euros. Además, adelantó que los peatones que cometan infracciones también deberán someterse a estos controles.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, el ministro señaló, asimismo, la obligación del uso del casco para ciclistas menores de 18 años ya se da en el caso de vías interurbanas, al tiempo que precisó que no se introducirán cambios en la legislación para los adultos.

En cualquier caso, el titular de Interior apuntó que, consciente del debate que genera esta medida, el Ejecutivo queda a disposición de la búsqueda de acuerdos sobre esta materia en una subcomisión de Tráfico y Seguridad Vial del Congreso, a través de la que se podrán introducir enmiendas hasta la culminación parlamentaria. Fernández Díaz se mostró seguro de que la medida levantaría la polémica y no se equivocó. La asociación ConBici la rechazó ayer mismo. Criticó que el Ejecutivo de Rajoy no hubiese buscado el consenso con los ciclistas y le recriminó que «se desmarca la tendencia mundial, que desaconseja dicha obligación».

Las previsiones del Gobierno pasan porque la reforma de seguridad vial sea remitida al Congreso en el mes de septiembre y termine su trámite parlamentario a finales de este año, para entrar en vigor a comienzos de 2014. Posteriormente, en la primavera del año que viene, iniciará la reforma del Reglamento General de Circulación.

El automovilismo, en contra

A pesar de que Fernández Díaz resaltó que «no es un día idóneo para hablar cómodamente» de siniestralidad -en alusión al accidente de tren en Santiago de Compostela-, insistió en la necesidad de «seguir avanzando» en la normativa de circulación para «ser un país pionero y cada vez más seguro» en materia vial.

La nueva Ley de Tráfico contempla también prohibir los detectores de radar, con una sanción de 200 euros y la detracción de 3 puntos del permiso. Ya se había contemplado acabar con estos aparatos en 2009, pero durante la tramitación parlamentaria la ley, terminó por permitirse su uso. «Creemos que es útil y conveniente para la seguridad vial volver a la situación anterior», resaltó el ministro, quien recordó que los inhibidores de radar también están prohibidos.

La nueva regulación no ha gustado a los clubes de automovilistas, que la consideran inoportuna y desproporcionada y critican el giro sancionador dado por el Gobierno en materia de Tráfico, aunque se muestran de acuerdo con los principios de mejora de seguridad vial propuestos por el Ministerio del Interior.

La asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) y el Real Automóvil Club de España (RACE), han mostrado su desacuerdo con la regulación propuesta para el uso del casco por los ciclistas, porque, dicen, la obligación de utilización debe de estar generalizada y no sólo regulada para los menores de 18 años.

Las asociaciones de víctimas de tráfico, sin embargo, celebran que la nueva ley «supone un paso más hacia la tolerancia 0,0 de alcohol y drogas en la conducción». Francisco Canes, de la organización Día destacó que quien no supera la velocidad permitida no tiene motivos para temer los radares.

En la misma línea, Eugenia Domenec, presidenta de la Asociación para la Prevención de Accidentes de Tráfico, señaló que la prohibición de localizadores es una iniciativa «excelente», puesto que su uso suponía «ir en contra de la gran inversión» que suponen el establecimiento de radares.

Por último, resaltó que es una buena noticia la obligatoriedad del casco para menores en bicicleta, dejando para el reglamento de circulación abordar el uso del casco en el resto de ciclistas.