El barrio de Urquijo de Langreo intenta 'in extremis' salvar 4,5 millones para arreglar los edificios

El problema radica en que muchas familias se ven incapaces de asumir los, al menos, 10.000 euros que deben aportar –por cada residencia– para completar el presupuesto final de los trabajos de mejora energética. Hasta ahora, el Ayuntamiento langreano había transmitido que no podía ayudarlos, pero los afectados entienden que es posible, que se puede habilitar algún tipo de ayuda «como han hecho otros ayuntamientos asturianos, y por eso vamos a pedir una reunión con el edil de Urbanismo».

Estos langreanos pretenden explorar todas las posibilidades antes de perder la ayuda. Su mayor enemigo es el tiempo. El 1 de noviembre, de no tener una solución, la ayuda se devolvería para evitar que el Ayuntamiento deba abonar intereses por no haberla destinado a los trabajos para los que fue aprobada. También están a la espera de que la empresa que se va a encargar de los trabajos realice gestiones bancarias para poder obtener mejores condiciones que ayuden a los vecinos a asumir el dinero que deben aportar. Emilio Silva, presidente de la asociación de vecinos del barrio lo tiene claro: «Nadie quiere perder una subvención tan importante y por la que hemos luchado mucho, pero necesitamos algo de ayuda para poder asumir los costes».

Las subvenciones están enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea (UE). Estas ayudas están siendo tramitadas por una empresa escogida por los propios vecinos que va a ejecutar la obra y les asesora en los presupuestos que se van a aprobar para la ejecución del proyecto en cada bloque. El plan incluye actuaciones como la rehabilitación de fachadas (con nuevos aislamientos), mejoras en accesibilidad, peatonalizaciones y medidas de eficiencia energética.