«Trabajaremos hasta en la última cuneta de Asturias para que aflore la verdad»
Los Galardones Pozu Fortuna a la memoria democrática reconocen a Juanita Prieto, José García, Fausto Canales y Antonio Suárez
Un recuerdo a la memoria democrática y a los valores de libertad, solidaridad y defensa de los derechos humanos. Así se define el acto de ... entrega de los Galardones Pozu Fortuna, que se celebra desde hace dieciséis años y que ayer, en la antigua explotación minera de Turón, hizo entrega de ellos a cuatro personas cuyas vidas se han basado en estos valores, y se tuvo una pequeña ceremonia en memoria de las víctimas enterradas en la fosa común.
A la decimosexta edición del acto, organizado por la Asociación Foro Pozu Fortuna en colaboración con el Ayuntamiento de Mieres, no faltó la presencia municipal y regional. El consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, señaló la importancia de que desde las administraciones públicas «sigamos comprometiéndonos en pos de la verdad, la justicia y la reparación. Por eso, añadió, «trabajaremos hasta en la última cuenta de Asturias para que aflore la verdad».
Por su parte, el alcalde Manuel Ángel Álvarez hizo hincapié en lo importante del día, el estar allí para «reivindicar nuestra memoria, nuestro pasado y a nuestra gente que tanto sufrió, luchó y sacrificó para que hoy podamos vivir en democracia y con libertad». En un repaso histórico a los acontecimientos que tuvieron lugar en el pozo, dedicó también unas palabras para hablar de los cuatro galardonados.
«En el encierro en el pozo Llamas no teníamos luz ni agua, dormíamos en el suelo», recuerda José María Páramo
Divididos en cuatro categorías, para la masculina y femenina se premiaron a José María Páramo y a Juanita Prieto, esta última en representación de las mujeres de la cuenca minera. De ellas se alabó su labor para convertirse en «referentes indiscutibles de la resistencia», quienes «dieron un paso al frente y se colocaron en primera línea para frenar al régimen franquista» y defender a sus familias. En relación con ambos premiados, el regidor de Mieres aplaudió su «militancia antifranquista y su compromiso con la democracia», lo que les valió a ambos recibir un «merecido reconocimiento».
Para Páramo, conocido popularmente como 'Pin Pegarates', el premio supuso «un recuerdo». A sus 92 años, es uno de los últimos supervivientes de los once mineros que protagonizaron el encierro en el pozo Llamas, en 1967, en protesta por las listas negras del franquismo y en lucha por los derechos de los trabajadores. Es en memoria de sus «compañeros», los que ya no están, que recogió el galardón, aunque resaltando que «los hay que lo merecen más que yo».
Asistente a estos premios desde hace más de diez años, Páramo dijo ver estos premios como un avance, pero «se tenía que haber recordado y luchado por esto desde mucho antes», pensando en la gente de a pie, los vecinos que «merecieron en vida estos premios, pero que murieron olvidados». Aún tiene muy frescos aquellos seis días encerrado que lo marcarían durante toda su vida: «no teníamos luz, ni agua, apenas unos bocadillos que pudimos llevar y dormíamos en el suelo; cuando salimos me despidieron varias veces y llegué a estar preso. No tuvimos la amnistía laboral hasta después de morir Franco». Consciente del valor del premio Pozu Fortuna, que recompensa su compromiso y lucha, ve los galardones como necesarios «para el futuro».
En categoría nacional, el elegido de este año fue Faustino Canales, natural del pueblo Pajares de Adaja (Ávila), quien dedicó toda su vida a buscar la justicia para su padre y otros vecinos, asesinados en el verano de 1936. «Estuve 24 años luchando por denunciar todas estas desapariciones, queriendo reivindicar la memoria de mi padre recuperando sus restos y el de las otras seis personas del pueblo que se llevaron aquel día», dijo el abulense. Fue el año pasado cuando consiguió recuperarlos –parte de ellos habían sido trasladados al Valle de los Caídos– y, por fin, se pudo hacer un funeral.
Es precisamente por toda esa vida dedicada a la injusticia que Canales dijo sentirse «muy solidario con lo que ocurrió en el pozo Fortuna, que hoy no deja de ser un símbolo para toda la cuenca minera y Asturias». Fue allí donde lanzó el mensaje de que él no parará: «seguiré porque lo que he conseguido yo lo pueden conseguir más personas; seguiré luchando por la memoria democrática porque hay que hacerlo».
Lo mismo pensaba, y lo sigue pensando, Antonio Suárez Marcos, a quien se le otorgó la mención honorífica del premio Pozu Fortuna; precisamente, gracias a él, hoy en día, esta antigua explotación minera se ha convertido en un símbolo de la memoria democrática, pues consiguió abrir la fosa común que allí se encontraba.
A principios de los 2000, como director general de Calidad Ambiental y Obras Hidráulicas, puso en marcha un proyecto de saneamiento del río Turón, creando una senda verde y recuperando el patrimonio industrial. «Fue a mí a quien le tocó impulsar el saneamiento; queríamos que se viviera de cara al río, así que era importante», recordó. Sin embargo, añadió, aunque la idea de Medio Ambiente era recuperar esa zona, «la idea subyacente, tanto mía como del resto de los vecinos, era recuperar el Pozo Fortuna y darles el honor que merecían las víctimas que allí estaban». Así, durante los trabajos, empezaron a aparecer los restos de la fosa común que «todos sabíamos que estaban».
Fueron muchas las personas que intervinieron para que fuera posible, destacó Suárez, y es a ellas a quienes tuvo en mente con este galardón, sobre todo a los vecinos «los de toda la vida, los que lo vivieron; a quienes pensaban que hay que luchar por el recuerdo porque, como me dijeron una vez, 'la idea debería ser libre', sin represalias por pensar diferente».
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