Tensa calma en Luanco: sigue la vigilancia policial para evitar reyertas

La vigilancia de las fuerzas de seguridad ha sido constante desde la tarde y noche del lunes y, de manera intermitente, durante el día de ayer. La familia, que insiste en que sigue recibiendo avisos y amenazas de otro grupo, se mantuvo «temerosa y muy nerviosa», según declaró la Guardia Civil, por lo que, «como medida de prevención», se envió una patrulla a la zona para controlar la situación, a la espera de que pudiera producirse un ataque. No fue el caso.

Al parecer, según fuentes consultadas por este periódico, podría tratarse de un ajuste de cuentas entre estas dos familias, relacionado con la muerte de un hombre hallado en Avilés, bajo el puente de la N-632, el pasado jueves. De ser así, el conflicto conllevaría a un enfrentamiento o el destierro de Asturias de la familia amenazada.

Por el momento, las fuerzas de seguridad seguirán respondiendo a la llamada de protección y la vigilancia continuará hasta nuevo aviso.

Los primeros avisos de alarma por esta situación llegaron el lunes por la tarde al 112, cuando varias personas llamaron alertando de un posible ajuste de cuentas entre dos grupos en el supermercado de la calle Cruz, a las afueras de la localidad. En el lugar se personaron cuatro patrullas de la Guardia Civil y una de la Policía Local; los agentes formaron un cordón de seguridad alrededor de la zona para evitar que se produjera un altercado.

Fueron los propios integrantes de uno de los grupos familiares los que llamaron al servicio de emergencias, temerosos ante la amenaza de los miembros de otro grupo familiar, quienes habían dicho que se acercarían al lugar para iniciar una pelea. Los avisos de este tipo, dijeron, los habían estado recibiendo a lo largo de los últimos días.

La rápida actuación de los cuerpos de seguridad evitó, en un principio, que se produjera reyerta alguna, por lo que no hubo ningún herido, pero sí se intervinieron algunas armas blancas.

Como se ha apuntado, el incidente podría estar relacionado con la muerte de un varón en Avilés. El cuerpo de este hombre, de 67 años, apareció bajo el puente de la N-632, en la zona de Los Canapés, y presentaba evidentes signos de violencia. El cuerpo estaba en una zona de maleza, con edificios abandonados en los alrededores; según los vecinos de El Pozón, suelen ocurrir casos de trapicheo de drogas y, por la noche, pasan la noche los indigentes.

La investigación de este suceso se encuentra bajo secreto de sumario y la Policía Nacional de Avilés, con el mandato del juzgado de Instrucción, continúa recabando pistas. El hombre era natural de Piedras Blancas y solía ser visto por las calles de Avilés de manera habitual. Muy conocido en Castrillón, había llegado a instalar varias tiendas de campaña en la vía pública y, según declararon, era una persona «muy reservada» y nada violenta.