Los Güevos Pintos defienden una Pola de Siero unida: «Todos somos necesarios»
El párroco Fermín Riaño dedica su bendición, en la plaza junto al Ayuntamiento, al fin de las guerras en Ucrania y Gaza
Gran afluencia en la plaza junto el Ayuntamiento de Siero, en La Pola, para la bendición de los Güevos Pintos. Celebrado este martes, ... no faltó ni un sólo poleso para una de los grandes fiestas de Asturias que marca la cada vez más próxima llegada del verano.
Como cada año, en la bendición, el párroco de la iglesia San Pedro dio un mensaje significativo. Con una pequeña broma a todos aquellos que llegaron a la cita «en bici», comenzó a hablar de una festividad que se celebra desde «hace más de 200 años» y que forma parte de la sociedad polesa desde sus raíces.
La crisis actual con la ausencia de una Sociedad de Festejos que gestione los Güevos Pintos -sin directiva, el Ayuntamiento tuvo que intervenir-, tuvo un especial guiño en el discurso de Fermín Riaño, el párroco. «Los Güevos Pintos son un reflejo de la villa, construida por la gente. En esta labor de una vida en común no hay nadie imprescindible, todos somos necesarios», destacó. Deseó después que, para las próximas fiestas del Carmín «podamos contar con la colaboración, unidos».
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Finalmente, la bendición la dedicó a un año marcado por las guerras en Ucrania, Gaza, Somalia y Myanmar, por lo que pidió por la paz mientras alzaba el ramo de olivo, lo mojaba en agua bendita y lo rociaba sobre la cesta de güevos pintos cedida por las artesanas de La Pola.
Al terminar, sonó el himno de Asturias, coreado por todos los presentes, dando paso a la fiesta del día grande de Pola de Siero.
«El Papa Francisco trabajó muchísimo por la concordia, su bendición llegó como un eco a La Pola»
El discurso de bendición de los Güevos Pintos de Pola de Siero dedicó unas palabras al recientemente fallecido Papa Francisco, a quien el párroco, Fermín Riaño, alabó por una vida dedicada a los demás.
«Es muy difícil no hacerle referencia, nos dejó después de bendecir a toda la ciudad de Roma y a todo el mundo», explicó. Esa bendición, señaló, «nos llegó hasta La Pola en los Güevos Pintos. Ha sido un hombre que trabajó muchísimo por la concordia y la amistad social».
Puede que «seamos distintos, como la clara y la yema, pero sólo unidos podemos seguir adelante», destacó.
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