La trampa que acabó con la vida de un hombre en Llanera: le rajaron las ruedas y lo tirotearon a quemarropa

Los indicios apuntan a que fue una trampa. Le rajaron las ruedas de su coche en Lugo de Llanera, donde había parado a tomar algo en la noche del sábado al domingo. El hombre –de origen panameño y de 43 años– notó que algo no iba bien cuando volvió a subirse al vehículo. Se bajó del turismo para ver qué pasaba y, en ese mismo momento, se cruzaba otro coche desde el que le dispararon hasta cuatro tiros con un arma de fuego. Parecía que lo estaban controlando. No había posibilidad de error; la distancia era mínima. Primero se escuchó en la zona –cerca de la estación de tren, en la carretera regional AS-374– una primera detonación y, después, el resto de tiros a quemarropa. Murió prácticamente en el acto.

Algunos vecinos de la zona –a escasos 200 metros hay ya varios bloques de viviendas en la calle San Isidro– escucharon esos cuatro disparos poco antes de las 00.30 horas del ya domingo. Otros pudieron ver que un coche blanco se había cruzado con el de la víctima mortal; «parecía que fue un accidente de tráfico». Y la zona enseguida se llenó de agentes de la Guardia Civil, que estuvieron realizando una inspección ocular de la zona y recabando testimonios.

La investigación –todavía en su fase inicial– apunta a que el motivo del crimen es un posible ajuste de cuentas por motivos económicos. La víctima no residía en Asturias, pero sí conocía la región porque había vivido anteriormente en Lugones (Siero). De hecho, contaba con antecedentes en el Principado y con detenciones. Había regresado expresamente para mantener un encuentro. Este se pudo producir, en un primer momento, en un establecimiento hostelero de Lugones; allí la situación se complicó y el hombre marchó con su coche. Una o varias personas lo siguieron en el mencionado turismo blanco. El tiroteado paró en Lugo de Llanera y entró en un bar, momento en el que se aprovechó para rajarle las ruedas. Todo respondió a un plan premeditado.

El punto exacto del tiroteo se encuentra en el punto kilométrico 2,9 de la mencionada carretera regional, que discurre al lado de las vías de Renfe, cerca de la estación y del paso bajo el trazado ferroviario. Se desplazaron varias patrullas de seguridad ciudadana de los puestos de Piedras Blancas y de Noreña.

Estas patrullas informaron de la existencia de una persona fallecida, así como de la localización en el lugar de varios casquillos correspondientes a munición de una pistola.

Tras activarse la comisión judicial, se personaron en el lugar el juez, el letrado de la Administración de Justicia y el forense en funciones de guardia, junto con miembros de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias. Tras realizarse las labores propias de la inspección técnico-ocular y el levantamiento del cadáver, se procedió a su traslado al Instituto de Medicina Legal.

Los agentes peinaron la zona y lo hicieron durante bastante tiempo. «Salía de trabajar a las dos de la madrugada y todavía seguían allí un montón de guardias con el cuerpo en el suelo», afirmó un hostelero de la zona. «Esto es una población relativamente tranquila; hay algunos trapicheos de droga ahí donde las vías –una zona apartada junto al paso bajo el trazado ferroviario–, pero la Guardia Civil se pone muchas veces, por lo que no hay sobresaltos. Salvo por este crimen, que es algo inédito, nunca había pasado. Tendremos que ir con una pistola en el bolso para defendernos. Esto es tremendo», apuntaba una vecina a las puertas de su vivienda.

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