Noreña se rinde ante el Ecce Homo mientras la cofradía busca relevo
«Necesitamos que entre gente joven. De lo contrario, podría verse abocada a su desaparición»
Nadie puede poner en duda la inquebrantable devoción que los fieles sienten hacia el Ecce Homo de Noreña. Este domingo volvieron a demostrarlo en ... la misa en su honor que marca su vuelta a la capilla, de donde se ausentó para que los fieles le honrasen durante la novena. Al finalizar la eucaristía este domingo el párroco de la villa chacinera, Pedro Tardón, aseveró que «la Cofradía del Ecce Homo necesita relevo con gente joven, porque de lo contrario podría verse abocada a la desaparición». Lo corroboró Menchu Cabeza, hermana mayor, que deja el cargo después de 28 años: «La entidad necesita un empujón para seguir desarrollando su labor».
El recorrido desde el templo parroquial hasta la capilla del Ecce Homo se realizó como es habitual rezando el Vía Crucis. Centenares de devotos acompañar a la imagen, custodiada por la cofradía. Y varias decenas los hicieron con los pies descalzos, entre ellos varios cofrades. Pero también personas creyentes, como Vilma Fernández, vecina de Blimea que desde hace diez años realiza el recorrido descalza. «La salud de mi madre no era buena y mi tía se encomendó al Ecce Homo... Yo, hasta que mi salud me lo permita, continuaré con lo que mi tía me inculcó»,
Entre las catorce estaciones del Vía Crucis, el Ecce Homo realizó varias paradas. La primera tras subir la cuesta de la iglesia para recibir una salva de cohetes. De nuevo volvió a pararse delante del quiosco de la música donde fue honrado con el himno nacional. Antes de acomodarlo en su casa habitual, se soltaron palomas y con ellas lágrimas de agradecimiento.
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