Accidente en los Lagos

Los 'ángeles' de Covadonga, los primeros en llegar al lugar del accidente

A los agentes de la Policía Local de Cangas de Onís desplegados en Covadonga cada verano les toca lidiar con el tráfico y las indicaciones a turistas. Sin embargo, Pablo González y Mónica Tamargo se enfrentaron el lunes a un escenario en las antípodas de lo ordinario. Esa mañana se encontraban en el santuario cuando un taxista les alertó del siniestro. «Nos dijo que había volcado un bus, automáticamente llamamos a los compañeros de Cangas y decidimos subir a auxiliar», relata González, quien en julio coordinó a los agentes en el Real Sitio. Esos dos 'ángeles' de uniforme azul fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, reconfortando con su presencia a los 49 viajeros desconcertados. «Cuando íbamos llegando y vimos el bus nos miramos pensando los dos que iba a haber muertos», confiesa González.

Una vez junto al vehículo volcado, al filo del mediodía, las «caras de susto» se sucedían. «Lo más duro fue el principio. El miedo mayor era que hubiera alguien debajo del bus. Luego nos dedicamos a ver a los heridos para dar una primera indicación a los sanitarios», explica. Junto a los agentes, llegó también en un primer momento la ambulancia que en temporada alta permanece en Covadonga.

«Íbamos a ciegas», continúa el relato Mónica Tamargo. Al comprobar que las heridas eran por «lesiones y alguna fractura», sin «demasiada herida de sangre», ambos respiraron. Con el despliegue de sanitarios, bomberos y Guardia Civil, los agentes de la Policía Local no cesaron su trabajo, bien ayudando a mover heridos o «sujetando goteros o sábanas contra el sol». De todo lo vivido, Tamargo se queda con «la expresión de la gente, lo que te transmite, más que con las palabras». Por ejemplo, cuenta, «había una cría que se agarraba a mí».

Para esa agente, natural de Ribadesella, el de julio fue su primer mes de trabajo. Pablo González, por su parte, lleva en Cangas de Onís «menos de un año». «Nunca había vivido algo potencialmente tan grave», confiesa. Para ambos, la vocación de ángeles de la guarda queda ahora «confirmada». «La Policía Local hace una labor muy importante y que muchas veces pasa inadvertida. Los primeros en llegar fueron ellos, es de destacar», ensalza Juan Pablo Meana, jefe del cuerpo cangués.

El del lunes «fue uno de esos días grises en el calendario de un concejo y de sus vecinos, el tremendo accidente en los Lagos de Covadonga nos puso a todos la carne de gallina y nos encogió el corazón». La reflexión la compartía ayer el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, para quien «la Santina desde Covadonga también ayudó». Mientras el susto remite y los heridos se recuperan, continúan las palabras de agradecimiento: «Quiero destacar la gran labor de los profesionales ante una situación dura y difícil, médicos, enfermeros, técnicos de ambulancias, Guardia Civil, Policía Local, Bomberos, trabajadores de Alsa, taxistas, Tragsa, personal del Parque Nacional, Gobierno del Principado, ganaderos, bares de la zona, personal sanitario en los distintos hospitales, visitantes y viajeros que no dudaron en colaborar». «Lo que hace grande a las personas son los valores humanos, sociales, profesionales y afectivos. Ayer, toda esa gente hizo que nos sintiéramos orgullosos de ellos, sin excepción», destacó el alcalde.