Advertencia a los cazadores: no tocar jabalíes muertos, cubrirlos con una lona y dar la voz de alarma
Estas son algunas de las recomendaciones para prevenir la peste porcina
E. C.
Viernes, 5 de diciembre 2025, 16:56
La Fundación Artemisan —integrada por un amplio número de organizaciones del ámbito cinegético, incluyendo federaciones de cazadores, propietarios privados, empresas y particulares— ha recomendado no tocar ni mover jabalíes muertos encontrados en el campo que no tengan heridas de disparo, cubrirlos con una lona o plástico para evitar que otros jabalíes o especies carroñeras tengan acceso al cadáver, señalar la zona con un reflectante y avisar a las autoridades competentes (agentes forestales o de medio ambiente, Seprona, policías autonómicas, etcétera).
Estas son algunas de las recomendaciones que la organización ha incluido dentro de 'Preguntas y respuestas sobre la Peste Porcina Africana', documento que ha publicado este viernes. En el texto, Fundación Artemisan recalca que estamos ante un virus «extraordinariamente resistente» que puede transportarse de forma muy fácil. Y más, teniendo en cuenta el elevado número de jabalíes que hay en Asturias.
Por ello, ha recomendado desinfectar ropa, cuchillería y vehículos antes de abandonar la zona. En concreto, ha indicado que la ropa y el calzado se debe lavar a una temperatura mínima de 60ºC; la cuchillería y materiales que puedan haber estado en contacto con el virus, con productos adecuados que contengan sosa caustica, lejía o formalina (entre otros); y también los vehículos, hasta que se pueda eliminar todo rastro de barro y suciedad. «El virus puede sobrevivir en estos materiales, especialmente en la sangre», ha resaltado.
Gestión de los restos
Más allá de eso, la organización ha indicado que los cazadores de toda España deben gestionar los restos que genere su actividad, de tal forma que no queden accesibles para otros jabalíes, reduciendo así el riesgo de transmisión de la peste porcina entre otras enfermedades.
Cuando la normativa autonómica lo permita -algo que suele suceder en actividades de caza a rececho o en monterías o batidas donde se abatan pocos animales en la mitad norte de España-, los cazadores tienen que depositar estos restos a la vista en zonas abiertas y accesibles para las aves necrófagas, preferentemente a primera hora para garantizar un consumo rápido.
En el caso de encontrarse en cacerías colectivas o monterías de la mitad sur de España, o cuando la normativa así lo exija, deben o bien retirar los restos y entregarlos a un gestor autorizado o bien depositarlos en puntos autorizados (muladares o zonas de gestión controlada).
«Aunque no se puede cazar en las zonas perimetradas o infectadas, los cazadores pueden contribuir a reducir las densidades de jabalíes mediante distintas modalidades de caza en zonas fuera de los perímetros, por lo que su papel es clave para evitar la expansión de la peste a otros territorios libres de enfermedad», concluyen.