Los argayos se multiplican en Asturias ante la disgregación del terreno por las lluvias
La Aemet anuncia para mañana la transición hacia al menos diez días de sol y nubes en todo el territorio asturiano
OCTAVIO VILLA Y GLORIA POMARADA
Viernes, 10 de diciembre 2021, 13:24
En el que se espera que sea el último día completo de lluvias generalizadas, ya que la Agencia Estatal de Meteorología anuncia para mañana la transición hacia al menos diez días de sol y nubes en todo el territorio de la región, los peores efectos de la cola de la borrasca 'Borra' se centran en la mar, donde persiste la alerta naranja por oleaje y viento desde Cabo Peñas hacia el Este, mientras que en la costa occidental la alerta es ya menor, amarilla; y también en las carreteras de la red regional en las que se están registrando numerosos hundimientos y argayos, principalmente causados por la disgregación del terreno sobre el que se asientan las plataformas de las carreteras, como ocurrió en el acceso a Montovo, en Belmonte de Miranda, donde un argayo de grandes dimensiones se ha llevado un tramo de la carretera por completo, o bien por la caída sobre la calzada de materiales de los taludes que también se desmoronan principalmente a causa de la saturación de agua en los materiales que los componen.
En el oriente de la región, que es la zona en la que las previsiones de la Aemet seguían marcando alerta amarilla en la zona de montaña por lluvias intensas, las precipitaciones han remitido este viernes y los niveles de los ríos han dado un respiro, pero el reguero de daños no cesa. En Peñamellera Baja siguen inundadas las vegas que rodean Panes, donde anoche fue necesario sacar los vehículos de varios garajes ante la posibilidad de que estos se inundasen. No obstante, el alcalde José Manuel Fernández señala que el nivel del río Deva ha «bajado un poco».
Las dos últimas semanas de precipitaciones dejan en el concejo un balance de argayos y destrozos en caminos «por todos los sitios». «No hay precedentes de tres desbordamientos en diez días», afirma el alcalde, quien lamenta la «falta de ayuda» por parte de otras administraciones. «Es una encima de otra y no sé cómo lo vamos a asumir», explica en cuanto a los arreglos.
En Llanes, esta mañana avanzan los trabajos para consolidar el camino de Frieras, con la previsión de que el acondicionamiento quede listo en las próximas horas.
En Amieva, los daños llegan a la N-625 entre Precendi y Camporriondi, donde se ha hundido parte de la plataforma aledaña al río Sella. La circulación está regulada por semáforos, al igual que sucede en la N-634 entre Ozanes y Arobes, en Parres, donde la maquinaria trabaja para asegurar una zona de talud.
Mientras tanto, prosiguen los trabajos para hacer frente a argayos de la relevancia del de la AS-15 en Soto de la Barca, donde se sigue extendiendo una red de contención para refrenar posibles desprendimientos de rocas antes de poder proceder a la apertura de un carril y a la reparación de la plataforma de la carretera en el carril más cercano al río, donde el impacto de una gran roca destrozó el firme y dejó un importante crater.
Y también en las carreteras locales langreanas LA-7 y LA-8, que como ya indicó ayer el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, presentan una especial dificultad al asentarse sobre una antigua escombrera de mina. Estas escombreras son la acumulación de los áridos procedentes de las explotaciones mineras durante décadas de explotación. Aunque se van asentando, estos materiales se disgregan fácilmente con la lluvia, en particular allí donde la vegetación no ha podido tejer una red de raíces que ayude a su consolidación. Ayer y el pasado miércoles se produjeron sendos argayos y hundimientos en la zona que han cortado las dos carreteras y cuyo arreglo supondrá un desafío técnico.
Baja el nivel de los ríos
Por otra parte, un cierto alivio se está experimentando en las zonas más propensas a la inundación o los desbordes de los ríos asturianos, ya que ante la disminución de la intensidad de la lluvia y también dado que los embalses se encuentran en niveles que evitan que, por el momento, sean necesarias operaciones de alivio (que pueden generar subidas repentinas del caudal en los cauces por debajo de los embalses), la altura de los caudales se ha reducido de forma generalizada.
En estos momentos, solo se encuentran en prealerta tres estaciones de medición de la Confederación Hidrográfica, las del Narcea en Quinzanas, la del Cares en Mier (el Cares desagua al Deva en Panes, donde ayer hubo las inundaciones de las vegas cercanas a la capital de Peñamellera Baja antes referidas, que incluso cortaron el acceso desde Panes a Siejo) y la del Deva en la localidad cántabra de Ojedo. También se han reducido exponencialmente las estaciones en situación de seguimiento (previa a la prealerta, con menor aporte de agua en los ríos). Ahora solo están en esta situación el Deva en casi la totalidad de su cuenca, el Narcea, de igual modo y la cuenca media del Nalón y el Caudal, además de la cuenca media y la alta del Sella y su afluente, el Ponga. Otro de sus afluentes, el Piloña, se encuentra ya en situación de normalidad, lo que apunta a que no se produzcan incidentes en las próximas horas en Arriondas, punto débil de esta cuenca combinada.
El temporal en el oriente
En el oriente, las lluvias han remitido este viernes y los niveles de los ríos han dado un respiro, pero el reguero de daños no cesa. En Peñamellera Baja siguen inundadas las vegas que rodean Panes, donde anoche fue necesario evacuar garajes. No obstante, el alcalde José Manuel Fernández señala que el nivel del río Deva ha «bajado un poco». Las dos últimas semanas de precipitaciones dejan en el concejo un balance de argayos y destrozos en caminos «por todos los sitios». «No hay precedentes de tres desbordamientos en diez días», afirma el alcalde, quien lamenta la «falta de ayuda» por parte de otras administraciones. «Es una encima de otra y no sé cómo lo vamos a asumir», explica en cuanto a los arreglos.
En Llanes, esta mañana avanzan los trabajos para consolidar el camino de Frieras, con la previsión de que el acondicionamiento quede listo en las próximas horas. En Amieva, los daños llegan a la N-625 entre Precendi y Camporriondi, donde se ha hundido parte de la plataforma aledaña al río Sella. La circulación está regulada por semáforos, al igual que sucede en la N-634 entre Ozanes y Arobes, en Parres, donde la maquinaria trabaja para asegurar una zona de talud.
