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Asturias registra vientos de más de 100 kilómetros y olas de siete metros
La Aemet anuncia que al menos hoy y mañana persistirán las bajas temperaturas, el viento y las precipitaciones de lluvia y nieve
E. C.
GIJÓN.
Martes, 22 de noviembre 2022, 00:59
La confluencia de dos borrascas, una en el Atlántico adentrándose en el Cantábrico, y otra sobre el Mediterráneo, ha traído por fin a Asturias un clima digno del nombre del mes en que nos encontramos. Los últimos días de noviembre vienen con nieves en las cumbres y con lluvias, muy necesitadas, por debajo de los 1.000 metros de altitud. De hecho, durante la madrugada de hoy se esperaban nevadas aún por debajo de los 1.400 metros, cota que marcaba ayer el límite inferior de las nevadas. Según la Agencia Española de Meteorología, durante esta madrugada la cota de nieve habrá bajado a los 1.300 metros o menos y se esperan nevadas de una cierta intensidad, aunque no problemas graves de circulación.
Los principales inconvenientes vienen más de la mano del viento, que en zonas altas llegó a marcar por momentos rachas de más de 100 kilómetros por hora (así se registró, entre otros lugares, en el puerto de Leitariegos) y que hizo muy incómodo y hasta arriesgado caminar por las calles de casi toda la región. De hecho, mientras en Avilés se cayó por acción del viento un gran árbol en Versalles, que rompió una farola y dañó dos coches sin causar heridas a ninguna persona, en Gijón también hubo buena suerte en la caída de una farola de forja en el Campo Valdés, que afortunadamente tampoco causó daños personales.
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También tendría que haber sido una gran fatalidad, porque la intensidad del viento y, por momentos, de la lluvia, permanente casi toda la jornada, pero con intensos aguaceros intermitentes, dejó las calles de las ciudades asturianas casi vacías de caminantes durante toda la jornada, pese a la corta tregua que dieron las nubes hacia las cinco de la tarde.
Eso sí, el viento propiciaba también un espectáculo de grandes olas (en las boyas de medición se llegaron a registrar de hasta siete metros frente a Gijón) que atrajo a curiosos al frente marítimo.
Y si el viento y la lluvia daban de qué hablar, el hecho de que en pleno noviembre hubiese temperaturas diurnas por debajo de los dos dígitos (ocho grados en Gijón hacia las cuatro de la tarde, nueve en Oviedo) fue tema de conversación entre los asturianos, acostumbrados ya a que el otoño no traiga, como traía hace décadas, este rango de temperaturas.
Descenso térmico, por otra parte, que se mantendrá a lo largo de esta semana, que según la Aemet se caracterizará por el paso de sucesivas borrascas y sistemas frontales atlánticos asociados, que provocarán una bajada acusada de las temperaturas y darán lugar a un episodio de lluvias, viento fuerte y mal estado de la mar como poco hasta mañana.
