Año negro en las carreteras asturianas con 38 fallecidos, la cifra más alta desde 2010
El Principado registró el mayor aumento de siniestralidad en las carreteras del país con 16 víctimas más que en 2022
En 2010 fueron 48 las personas que fallecieron en accidentes de tráfico en Asturias. Es el mayor número de vidas que se quedaron en nuestras carreteras. Desde entonces, nunca se habían superado las 32 muertes. Hasta el pasado año. 2023 se cobró la vida de treinta y ocho personas que murieron en accidentes de tráfico en la región. Fueron 16 más que las que se perdieron en el año anterior. Así se desprende del balance de siniestralidad en las carreteras españolas de la Dirección General de Tráfico (DGT) presentado este jueves por el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y que sitúa a Asturias como la comunidad donde más aumentaron los fallecidos en las carreteras: un 73% más en 2023 que en 2022. Según este informe, el número de muertos en el país el pasado año, 1.145, apenas varió respecto al anterior, cuando se contabilizaron tres menos.
Según los datos recogidos en el informe de la DGT, el pasado año se registraron en Asturias un total de 35 accidentes de tráfico mortales, en los que perdieron la vida 38 personas y otras 114 precisaron de hospitalización. Con respecto al año anterior crecen los siniestros mortales (trece más); los fallecidos (16) y los hospitalizados (24). Cabe recordar que los últimos tres accidentes mortales ocurrieron en tan solo dos días (entre el 24 y 25 de diciembre) en Corigos (Aller), Cangas de Onís y en el corredor del Nalón.
Fue un aumento de la siniestralidad en el año en el que a nivel nacional aumentaron un 2% los desplazamientos de largo recorrido por carretera, un 1,7% el parque de vehículos y un 0,4% el de conductores. En Asturias la movilidad en 2023 aumentó un 4% respecto a 2022. El mayor incremento fue en el centro de la región, con un 6,5% de desplazamiento superior al año anterior. En el oriente el aumento fue del 5% y en el occidente el 0,4%.
Las carreteras convencionales vuelven a ser las que más víctimas mortales se cobran. El 74% de los fallecidos, es decir, 28 personas, murieron en este tipo de vías. Son doce más que en 2022. En autovías y autopistas fallecierondiez personas, cuatro más que el año anterior.
Las treinta y ocho víctimas mortales que se cobraron las carreteras asturianas en 2023 supone la cifra más alta desde 2010, cuando fueron 48 las personas que perdieron su vida en accidentes de tráfico en Asturias. Desde entonces, los años con mayor siniestralidad (2012, 2013 y 2018) no habían superado los 32 fallecidos, siendo 2020, con 13, el de menos muertos en las carreteras de la región. Cabe recordar que se trata del año donde se restringió la movilidad en todo el país debido al confinamiento.
Por tipo de accidente las salidas de vía volvieron a ser la principal causa de fallecimiento en 2023, con 15 víctimas. Sin embargo, la mortandad debido a colisiones frontales fue la que más se incrementó el pasado año respecto al anterior, pasando de una a ocho personas que perdieron la vida por este tipo de siniestros.
La DGT muestra su especial preocupación por el aumento -no sólo en Asturias, sino en todo el país- por el aumento de víctimas mortales de conductores de motocicletas: fueron quince, diez más que en 2022. También es preocupante el incremento de muertos en los llamados colectivos y medios vulnerables. Se tratan de los usuarios de patinetes y vehículos de movilidad personal: fueron 16, siete más que en 2022.
Por sexo, y como es habitual, el número de hombres fallecidos supera ampliamente al de mujeres. En concreto, durante 2023 perdieron la vida 28 varones (el 74% del total) y 10 mujeres (el 26%), doce y cuatro más, respectivamente, que el año anterior.
Atendiendo a la definición de fin de semana como el periodo comprendido entre las 15 horas de los viernes y las 23.59 horas de los domingos, el mayor porcentaje de fallecidos se registra fuera de este tramo: 27 fallecidos entre el lunes y las 14.59 horas del viernes y once entre esa hora y la medianoche del domingo.