Asturias es la única autonomía que encadena cinco ejercicios con superávit

El Principado cerró el año acumulando unos ingresos reales de 5.354,7 millones y ejecutando gastos por un importe de 5.239,6, todo ello dejando al margen las operaciones financieras, es decir, la entrada y salida de dinero procedentes de créditos. El saldo es así positivo en 115,1 millones, lo que términos de Producto Interior Bruto (PIB) supondría un 0,38%. Ese superávit se produce en un contexto nacional donde el conjunto de comunidades autónomas cerró en negativo, con un déficit global de 1.835 millones, o un 0,12% de PIB.

Desde esta óptica, la Consejería de Hacienda asturiana puede celebrar que fue de las que mejor supo equilibrar sus finanzas, una vez más. Según los informes del ministerio con el de 2024 el Principado encadena ya cinco ejercicios consecutivos con superávit en las operaciones no financieras, caso único en el país. Navarra, Canarias y Baleares serían las siguientes, con cuatro ejercicios seguidos de superávit no financiero.

El balance asturiano del pasado curso es levemente mejor que al anterior, que fue positivo en un 0,31% de PIB. Esa progresión cabe atribuirla a un mejor control de los capítulos de gasto. Si se analizan las operaciones corrientes el Principado incrementó un 12,33% sus ingresos respecto a 2023 mientras los gastos aumentaron solo un 7,04%. Ese balance se produce en un contexto en el que el resto de comunidades logró captar más recursos que Asturias (un 12,6% más que en 2023) pero también vio dispararse más los gastos (un 8,44% de promedio).

Una de las debilidades que viene presentando el Principado es su dificultad para ejecutar el presupuesto de gastos de capital que anuncia. Oposición y patronales lamentan que buena parte de esa inversión consignada queda al final del año sin ejecutar, perdiéndose oportunidades de empleo y riqueza. Aquí la comparativa con otras regiones muestra una progresión a tener en cuenta.

El pasado curso la administración autonómica materializó 568,48 millones de inversiones reales y transferencias de capital, dos capítulos que sumados dan los gastos de capital. Supone un 15,91% más de lo ejecutado en 2023. Ese avance se da en un contexto desfavorable para los gastos de capital, toda vez que el resto de comunidades los recortaron en un 7,2%. Solo La Rioja protagonizó un salto mayor al de Asturias, con un incremento del 41,87% en sus gastos de capital ejecutados respecto a 2023.

El Principado mejoró así su resultado pero sigue lejos de cumplir lo que promete. Los gastos de capital materializados suponen el 54,04% de los que planeó en su presupuesto definitivo; ya no es la comunidad con peor diferencial en la materia pero sigue rezagada. De media las diecisiete comunidades autónomas ejecutaron el 57,18% de los gastos de capital presupuestados, resultado tres puntos por encima del asturiano. Lidera esta materia Cantabria, que fue capaz de ejecutar el 79,17% del presupuesto definitivo.

Hay otras comparativas que refuerzan la impresión de un Principado contenido. De media las comunidades incrementaron el pasado año un 6,45% los gastos de personal, partida que aquí creció un 5,69%, lo que supone el tercer menor incremento. La partida de gastos corrientes aumentó aquí un 11,66% y en el resto lo hizo un 14,28%.