Barbón, Revilla y Mañueco defienden una financiación basada en el coste de los servicios

Los presidentes de Asturias, Cantabria y Castilla y Leónestán de acuerdo en formar un frente común que permita una renovación del sistema de financiación autonómica basado en el coste real de los servicios y no solo en la cantidad de población que tienen los territorios. Así lo indicaron ayer Adrián Barbón, Miguel Ángel Revilla y Alfonso Fernández Mañueco tras la presentación de los trabajos de un nuevo convenio de gestión del Parque Nacional de Picos de Europa, en Camaleño (Cantabria).

El presidente asturiano indicó que «a medida que la población está más dispersa o más envejecida, el coste de los servicios se incrementa. Por eso, el Principado está dispuesto a una alianza amplia que tenga en cuenta el coste real de los servicios». En su opinión, si solo se siguen criterios de población para establecer la financiación autonómica, las comunidades que tengan que hacer frente al problema de la despoblación «se verán perjudicadas».

De no cambiar el actual modelo, «sería la puntilla para los pueblos», sentenció Miguel Ángel Revilla (Partido Regionalista de Cantabria), ya que la ley de financiación que defienden comunidades como Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía es, en su opinión, «la más injusta del mundo». Es más, considera que «no debería haber diferencias impositivas entre las comunidades y ser todos iguales», en referencia a aquellas regiones que eliminan impuestos para, entre otras cosas, favorecer la instalación de empresas en su territorio. Y es que recordó que en Madrid está el 70% de los domicilios sociales de las empresas. Fernández Mañueco (PP), por su parte, consideró que «el modelo de financiación autonómica es antiguo, pero también malo». Además, mantiene que debería ser negociado por todas las comunidades de manera multilateral y «no de forma bilateral con algunas». El presidente castellano-leonés apuntó que considera la reforma del modelo «inaplazable para la próxima legislatura».

Hace ya un año desde que Asturias se unió a Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Galicia y Aragón en un frente común para exigir una financiación 'sin privilegios'. Ese acuerdo está plenamente vigente y Fernández Mañueco indicó que «invitamos a Cantabria a sumarse, porque tenemos como objetivo garantizar los servicios públicos, vivan donde vivan los ciudadanos».

El debate radica, pues, «en si el eje fundamental es la población y otros elementos correctores que llevan al gasto real», apuntó Adrián Barbón, quien se mostró tajante, no obstante, en que «nadie debe perder. El Estado tendrá que ampliar la tarta, porque se ha demostrado que es insuficiente».

Miguel Ángel Revilla recordó que la Unión Europea ya ha calificado el problema que significa la despoblación de las zonas rurales como «una catástrofe» y explicó que en un reciente encuentro con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, le dijo que hay zonas en las que «el coste de los servicios básicos a los ciudadanos es quince veces superior a otros lugares». Puso como ejemplo el coste de la educación en una urbanización madrileña con mil niños y un colegio al lado o en el municipio cántabro de Valderredible, «con 44 núcleos y 37 niños. Recogerlos y llevarlos al colegio es costosísimo», enfatizó. El presidente cántabro también se mostró muy crítico con las políticas impositivas que llevan a cabo diferentes gobiernos regionales y manifestó que «hay una legislación fiscal atentatoria contra quienes no podemos bajar los impuestos». Y es que son varios los presidentes autonómicos que están a la espera de que se constituya un nuevo Gobierno en el Estado para presentar la propuesta «de manera conjunta», apuntó Mañueco.