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La batalla entre las fuerzas de la izquierda por el control de la comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente en mina Cerredo ... , que se constituirá el próximo 15 de mayo en la Junta General, amenaza incluso la estabilidad de la legislatura. Las fuerzas que sustentan el Gobierno de Adrián Barbón (PSOE e IU) y la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé, clave para sumar una mayoría de izquierda en el Parlamento asturiano, mantuvieron este miércoles un duro enfrentamiento verbal en su pulso por dirigir el órgano que podría tener consecuencias políticas más allá de la propia comisión.
PSOE e IU confirmaron su intención de optar a la Presidencia de la Mesa de la Comisión con la candidatura de la diputada de IU Delia Campomanes e instaron a Tomé, quien se ha postulado desde el primer momento para liderar este foro, a que renuncie a ello y apoye la propuesta del Gobierno. La portavoz socialista, Dolores Carcedo, evitó el enfrentamiento y argumentó que lo importante es garantizar el «rigor» por parte de todos los integrantes de la comisión «más allá de las personas que ocupen la Presidencia o el resto de la Mesa». Sin embargo, Xabel Vegas, portavoz de IU-Convocatoria por Asturias, no se anduvo con medias tintas y volvió a evidenciar el distanciamiento que actualmente existe entre las fuerzas que sustentan el Gobierno y la exdirigente de Podemos después de que ésta se uniera los partidos del espectro de la derecha para poner en marcha la citada comisión.
Vegas defendió la candidatura de Campomanes por «representar a la independencia» y a la formación que «ha estado siempre reclamando la regeneración del departamento de Industria», e instó a la ahora líder de Somos a «decidir si quiere estar con la mayoría social progresista o ser rehén de la extrema derecha» ya que, sin el apoyo de PSOE e IU, Tomé necesitaría el voto de Vox para presidir este órgano. Xabel fue incluso más allá y atribuyó su empeño en presidir la comisión a la necesidad de lograr «mayor visibilidad por estar huérfana de organización».
Lejos de amilanarse, Tomé mantuvo el pulso. Dejó claro que no tiene intención alguna de echarse atrás y calificó de «patinazo bastante importante» por parte del portavoz de IU-Convocatoria por Asturies hacer este tipo de valoraciones sobre una diputada «que es el voto 23 de las fuerzas progresistas y que (el Gobierno) va a necesitar para tantas cosas de aquí en adelante». Recriminó además a PSOE e IU que, después de oponerse a la constitución de la comisión, ahora «tengan muchas ganas de dirigirla, quizá para manejarla» y lamentó que pese a la lealtad que entiende que ha venido demostrando a las fuerzas del Gobierno en lo que va de legislatura no hayan tratado de negociar con ella la composición de la Mesa. «Me voy a presentar a la Presidencia y si salgo presidenta, seré presidenta», zanjó Tomé, moldeando ahora su negativa inicial a presidir la Mesa de la Comisión con el apoyo de Vox. Una línea roja que Tomé hizo saltar por los aires este miércoles en su pulso a PSOE-IU y que hizo cambiar y mucho el escenario inicial. «Es fascinante que IU-Convocatoria por Asturies hable del riesgo a la instrumentalización por parte de la extrema derecha cuando ellos han renunciado a tantos principios para hacer de muleta del PSOE», espetó.
La división de la izquierda deja la decisión sobre la Presidencia de la comisión de investigación en manos de la derecha, que ha optado por actuar con cautela porque cree que aún existe margen para que alguna de las partes acabe cediendo. La estrategia de PP, Foro y Vox, por ahora, pasa por garantizar que ni PSOE ni IU lideren esta comisión y actuarán en consecuencia, apoyando incluso la candidatura de Tomé si fuera necesario para evitarlo. No obstante, con sus manifestaciones han dejado abierta también la posibilidad de presentar a un tercer candidato.
«Primero se opusieron a la comisión, luego la desacreditaron y ahora quieren torpedearla intentando copar la Mesa de la misma y convertirse en un Caballo de Troya», recriminó el portavoz del PP, Luis Venta, quien insistió en que su formación votará a «cualquiera que esté en condiciones de que la comisión no esté teledirigida por PSOE ni por IU». «Tanto da la socia oficial como la socia de oficio. Cuando se sepan todos los candidatos votaremos la opción menos mala», respondió Carolina López, portavoz de Vox, única formación que descartó optar a la Presidencia. «Nos encantaría, pero sabemos que no nos dan los números», asumió.
Mientras tanto, el portavoz de Foro, Adrián Pumares, celebró que en este momento «no haya posibilidad de que ni PSOE ni IU presidan la comisión, y eso es lo más importante porque no se puede poner a la zorra a cuidar las gallinas», argumentó. Pumares dejó abierta cualquier posibilidad, sin descartar su propia candidatura, porque «no descarto nada en esta vida», si bien aclaró que la decisión se adoptará más adelante una vez que se aclare el posicionamiento de todos los grupos.
Debe tenerse en cuenta que la Presidencia se elige a través de una votación en urna en la que participarán los diez integrantes de la comisión (dos diputados del PSOE, dos del PP, dos de Vox, dos de IU y dos del Grupo Mixto –Adrián Pumares y Covadonga Tomé–) y que si PSOE e IU (cuatro votos) y Tomé (un voto) no unen sus cinco votos, la derecha podría hacerlo en torno a su propio candidato.
No obstante, por ahora nadie quiere dar nada por hecho ya que un giro de acontecimientos en el último momento podría dar la vuelta a la tortilla. Si Tomé finalmente decide apoyar a Campomanes y se da un empate (5-5) presidiría la comisión la candidatura presentada por la fuerza más votada. Y, teniendo en cuenta este matiz que prevé el reglamento de la Junta, parece razonable que el PSOE, que ya anunció que apoyará a la diputada de IU, se encargue directamente de presentar su candidatura. Ante este riesgo, la derecha sigue sopesando su estrategia.
La comisión de investigación se constituirá formalmente el próximo 15 de mayo aunque su tramitación echó a rodar una vez que la Mesa de la Cámara constató que no había oposición formal a la misma y se dio traslado a la Junta de Portavoces. Se ha registrado como 'Comisión de Investigación al objeto de analizar, investigar y depurar las posibles responsabilidades sobre la gestión del Gobierno en los últimos años que ha desembocado en el accidente acaecido el 31 de marzo en la mina de Cerredo, en Degaña'. Un título largo que deja entrever que lo que se analizará en sede parlamentaria será mucho más que el propio accidente y que irá mucho más atrás en el tiempo. Es intención de los partidos que propusieron su creación, de hecho, abordar en la Junta no sólo la etapa de Belarmina Díaz al frente de la Consejería de Transición Ecológica, sino también la actuación de Nieves Roqueñí, ahora presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón y de Enrique Fernández, ahora presidente de Hunosa.
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