Calvo promete «más cogobernanza» con los municipios para aprovechar la llegada del AVE

El consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios, Alejandro Calvo, centró ayer buena parte de su intervención en la Junta, prevista para dar a conocer las líneas maestras de su departamento para esta legislatura, en subrayar la importancia que tendrá la inminente apertura de la variante y la llegada de la alta velocidad a Asturias, salvo sorpresa mayúscula el próximo mes de noviembre. «Vamos a trabajar intensamente para que la apertura de la variante de Pajares y la llegada de la alta velocidad a Asturias se traduzcan en un máximo aprovechamiento de oportunidades de desarrollo industrial, logístico y turístico», prometió.

Calvo quiso además anunciar una mayor «cogobernanza con los ayuntamientos» para que nadie se quede atrás y toda la región pueda sacar el máximo rédito a la transformación histórica que, se mostró convencido, vivirán las infraestructuras en esta legislatura con la entrada en funcionamiento de este nuevo enlace ferroviario con la Meseta. «La próxima apertura de la variante de Pajares marca un hito para el desarrollo turístico, para la competitividad de nuestras empresas y en la expansión de las zonas logísticas y puertos intermodales», sentenció.

En el ámbito de la cooperación local anunció, además, el aumento del presupuesto del Fondo de Cooperación Municipal, que en 2024 contará con 10 millones, un 16% más que en el ejercicio actual, «y se incrementará progresivamente en los siguientes años». Entre otras iniciativas, el Gobierno de Asturias garantizará un servicio de asesoramiento y asistencia jurídica a las entidades locales, reforzará el papel de la Comisión de Administración Local y fomentará los grupos de participación social, con especial atención a mujeres y jóvenes. El consejero también se comprometió a trabajar en colaboración con la Federación Asturiana de Concejos para reducir los excesos burocráticos e incluir cláusulas sociales en la contratación municipal.

La variante de Pajares será el punto de partida, pero reconoció que queda aún mucho por hacer y apuntó directamente al Gobierno central como responsable de buena parte de las demandas asturianas en materia de infraestructuras. Al Principado le toca, dijo, «exigir con toda firmeza» el cumplimiento del Plan de Cercanías y los acuerdos de compensación alcanzados, incluyendo la gratuidad del servicio hasta 2026. Se exigirá también al próximo Gobierno central «un incremento progresivo de las bonificaciones» en el peaje de la AP-66 a través de los presupuestos generales del Estado, con el objetivo de lograr su eliminación completa «a medio plazo». «El agravio histórico del Huerna debe corregirse y estaremos atentos a cualquier posibilidad de agilizar este proceso», señaló Calvo, quien abrió todo un abanico de posibilidades. Desde el procedimiento contencioso abierto por el exsecretario general de Podemos, Daniel Ripa, hasta el marco de una revisión general de las autovías de pago, pasando por el camino de las bonificaciones iniciado en el ejercicio actual.

El Principado, por su parte, reforzará las alianzas con otras comunidades y actores sociales para impulsar proyectos estratégicos como la macrorregión atlántica y garantizar inversiones claves para un desarrollo territorial equilibrado, como el Corredor Atlántico Noroeste.

Dentro de las infraestructuras de competencia autonómica, anunció que se revisará el Plan Director de Infraestructuras y Movilidad (PIMA) y el Plan de Puertos con la mejor información disponible. El objetivo, explicaría más tarde, pasa no tanto por modificar el contenido, sino por actualizar las prioridades. Otro de los retos de este departamento es la ampliación de la cartera de servicios de la tarifa plana Conecta, que ya ha superado esta semana los 100.000 usuarios, implementar el programa de movilidad rural y reforzar la estrategia de conectividad aérea, «ahora en su máximo histórico».