A por la cuarta copa sin perder la cabeza

Echando la vista atrás a sus éxitos, no cabe lugar a dudas: es el rival a batir. Kop'a vino, creada y mantenida a lo largo de los años en el barrio de Contrueces, llega a la trigésima edición del concurso de charangas con la misma fuerza con la que acudió hace tres décadas. No en vano, es la única formación junto a Os Brasileiros do Xixón que ha participado ininterrumpidamente en todas las ediciones del certamen. En sus añejas vitrinas ya luce once premios a la mejor charanga, de los cuales tres corresponden a las últimas ediciones. «No tenemos ningún tipo de presión por seguir ganando. Simplemente le dedicamos muchas ganas, trabajo y esfuerzo a lo que nos encanta de manera desinteresada. No hay más secreto para el éxito», afirma Verónica Vázquez, una de las coordinadoras de la charanga.

Para un aniversario tan especial como el que vivirán el domingo 26, al celebrar el 30 cumpleaños del certamen y de su propia charanga, los de Contrueces prefieren no soltar prenda sobre el espectáculo que tienen entre manos. «Nos mantenemos fieles a la tradición y guardamos el secreto bajo llave. Queremos que se vea sobre el escenario y que sorprenda a todo el mundo», explican. Pese al hermetismo, desde la formación se deja entrever que la actuación del Teatro Jovellanos tendrá un poco de todo: deportes, política, asuntos locales y nacionales. «Trataremos de darle un toque de humor y gracia a los problemas que viven tanto el país como Gijón, como ya viene siendo tradición», añade Vázquez. En las últimas ediciones, los temas elegidos oscilaron desde la corrupción hasta el múltiple cierre de salas de cine en Gijón.

Durante las últimas semanas, el trabajo ya se ha vuelto frenético en el colegio Nicanor Piñole, donde ultiman tanto el disfraz como la puesta en escena. «Últimamente vamos directos del trabajo a los ensayos. Antes nos lo tomábamos todo con mucha calma, pensando mil veces las cosas que íbamos a presentar pero ahora ya no queda nada de eso. A pesar del tiempo que llevamos en ello acabaremos como siempre, llegando a las tablas del Jovellanos con la lengua fuera».

Los preparativos, según relatan, se extienden desde el verano del pasado año. Nueve meses de propuestas, diseños, canciones y coreografías enfocadas a culminar en tan solo cinco días de Antroxu. «Esto es como una boda. Tantos meses de preparativos para que salga todo bien en unas pocas horas», sostiene Vázquez entre risas.

Desfilando a los dos meses

Actualmente, Kop'a vino esta compuesta por 50 integrantes. Pese a que muchos de ellos llevan decenas de ediciones del Antroxu a sus espaldas -«algunos de los que empezaron con esto todavía siguen aquí»-, las nuevas generaciones ya empiezan a pisar fuerte. «Siempre se agradece contar con sangre fresca. Noa, de cuatro añinos, es la compañera más joven y lleva desde que tenía dos meses desfilando con nosotros. Les metemos el gusanillo desde muy chiquitines y luego ya siguen con nosotros», explica entre risas la coordinadora.

Este grupo de amigos de Contrueces, por tanto, cumple la treintena con la intención de mantener vivo el espíritu con el que empezaron a salir a la calle durante la década de los 80. Su intención, más allá de sumar el duodécimo triunfo, pasa por disfrutar de un festejo al que le dedican una buena parte de su tiempo y esfuerzo a lo largo del año. «Intentamos buscar una idea que pueda gustarle al jurado pero, sobre todo, que nos guste a nosotros. Que no sea aburrido acudir a ensayar todos los días que llevamos haciéndolo y que, al final, disfrutemos como lo hacemos todos los años», concluye Vázquez.