Carnaval en Asturias 2025

Los Restallones: «De qué vamos lo decidirá el público»

No importa que Los Restallones no quieran dar pistas de su disfraz. Y es que, aunque quisieran, esta charanga nunca va «de nada en concreto», explica su presidente, Francisco Rodríguez, quien también se encarga de idear los trajes. Prefieren dejarlo «a la imaginación de la gente. Ellos eligen de qué vamos». Este es su pequeño juego particular. El año pasado consiguieron un tercer puesto en el concurso gracias a un disfraz que, según el veredicto del público, era de samuráis. Y del de este año Francisco solo avanza que será «fantasioso, colorido y alegre». Es decir, «la esencia del Antroxu de Gijón».

Otro de los motivos por los que apuestan por ir de nada y de todo es lo difícil que se vuelve innovar tras 24 años. Pero sus 'descabelladas' ideas parecen funcionar, pues ya poseen ocho triunfos en su palmarés.

Esta charanga, que comenzó en 2001 con tan solo dos familias después de que a la de Francisco le picara el gusanillo tras ver un desfile de carnaval, tiene ahora 50 miembros. El más pequeño apenas tiene año y medio y la mayor es la madre de Francisco: Gloria Fernández, de 82. Es una de las veteranas del Antroxu gijonés. «Ensaya, desfila y de todo. Con mi madre flipo», dice Francisco. «Tiene la energía del carnaval», añade.

Todos los miércoles y viernes, la charanga se reúne en el local social de Santa Bárbara. Aunque ninguno vive en el poblado, los vecinos les han acogido como una segunda familia. «No tenemos queja».

En lo que respecta a la organización, Francisco dirige la charanga junto a su mujer, Conchi Martínez. Y su hermano, Gustavo, es el encargado de elegir la música. Cada año compone una canción original para la ocasión y también se dedica a hacer las letras que llevan al Jovellanos. En sus once minutos sobre el escenario se centran en un tema concreto, a partir del cual elaboran una pequeña representación. A la cabeza de la coreografía está Laura González.

«Que la gente disfrute y hacer Gijón nuestro por unos días», es el propósito de esta charanga. Eso sí, si además ganan, «¡pues cojonudo!».