El asesinato de Ardines, un encargo «movido por el odio y el rencor»
Tras dos días y medio de deliberación, el tribunal popular considera probado que Nieva, Muguruza, Benatia y Kelii asesinaron al concejal
Culpables del delito de asesinato. El jurado popular, por unanimidad por nueve votos a favor y ninguno en contra, emitió ayer el veredicto de culpabilidad para los cuatro acusados del crimen del concejal Javier Ardines. «Pedro Nieva es el inductor del asesinato, Jesús Muruguza el intermediario necesario que participó activamente en el plan y Djillali Benatia y Maamar Kelii los autores materiales del asesinato», expusieron los miembros del tribunal, después de dos días y medio de deliberaciones en las que realizaron una minuciosa y detallada motivación del veredicto.
La lectura del acta del jurado por parte del presidente del tribunal popular se prolongó durante una hora, un hecho pocas veces visto con anterioridad en un juicio de la ley del jurado a nivel nacional. Esa larga argumentación fue lo que hizo que la reunión deliberativa se prolongase desde el lunes al mediodía hasta ayer sobre las cinco de la tarde.
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Los cuatro acusados escucharon el veredicto en la propia sala de vistas de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en Oviedo. Lo hicieron con actitud hierática y sin realizar gesto alguno durante el tiempo en el que se prolongó la lectura del acta.
También se encontraban en la sala, sentados entre el público, la viuda y los dos hijos de Javier Ardines, que hasta ayer únicamente habían acudido al juzgado el día en el que estaban citados como testigos. Se emocionaron y la viuda, Nuria Blanco, no pudo contener las lágrimas al escuchar la condena de quien había sido uno de sus amigos, además del marido de su prima, y quien encargó matar a su esposo contratando a dos sicarios con otro amigo como mediador.
Entre 20 y 25 años
Será ahora el magistrado Francisco Iriarte Ruiz quien emita la sentencia en los próximos días, siempre ajustándose al veredicto de culpabilidad que emana del jurado popular y ateniéndose al delito de asesinato, tipificado en el Código Penal con penas de entre 20 y 25 años de cárcel. La fiscal Belén Rico y el abogado de la acusación particular, Antonio Pineda, mantuvieron la solicitud de los 25 años de prisión que pedían desde el inicio. El veredicto del jurado, con todos los hechos que consideraron probados, corroboró punto por punto el argumento de la acusación pública y la particular, así como la investigación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón. Por su parte los letrados de las defensas, a la vista del fallo del tribunal popular, pidieron que se le imponga a sus clientes 20 años de cárcel, la pena mínima estipulada para el delito de asesinato. Hasta ayer pedían la absolución.
El jurado consideró probados por unanimidad los 28 puntos del objeto del veredicto, demostrando la participación activa de los cuatro procesados en el crimen de Javier Ardines, cometido la madrugada del 16 de agosto de 2018 en Belmonte de Pría. No dejaron lugar a la duda con su contundencia y sin que ninguno de los nueve miembros discrepase sobre ninguno de los apartados.
Hablaron en la argumentación «del punto de inflexión» de Pedro Nieva al enterarse de la infidelidad «por la grabación voluntaria de una conversación» entre su mujer Katia Blanco y su amante Javier Ardines. Y también «de su comportamiento errático y contradictorio, pasando del amor al odio. Se mostraba frustrado y superado por la situación» y, por ese motivo, «de forma impulsiva envío la grabación a la viuda y la hija de Javier Ardines, sin pensar que luego eso acabaría por delatarle». «En julio de 2018 Pedro Nieva tomó la decisión de acabar con la vida de Javier Ardines y, a tal fin, encargó a Jesús Muguruza que buscase a alguien que pudiera ejecutar su muerte», consideraron probado.
Fue ese mediador, a criterio del tribunal popular, «quien contactó con Djillali Benatia para pagarle la cantidad que quisiera para matar a Javier Ardines, actuó de forma activa para organizar la emboscada, llegando a viajar a Belmonte de Pría para dar las indicaciones». Sobre ese viaje preparatorio y la excusa que aportaron Nieva y Muguruza en el juicio de que habían viajado «con un tal Julián para reparar el tejado», el jurado manifestó: «No queda acreditada la existencia del tal Julián, no han aportado ni un teléfono ni ningún otro dato para localizarle». Consideraron que «se trata de una estrategia de la defensa para ocultar que esa tercera persona con la que viajaron era Djillali Benatia».
También respecto a Benatia abundaron en que el cambio de una versión inculpatoria -«con detalles que solo quien hubiese participado los podía conocer»- a otra negando su implicación y culpando a las presiones de la Guardia Civil, era también «una estrategia de defensa».
Con el veredicto de culpabilidad se pone fin a cinco semanas de juicio en el declararon unas 60 personas entre acusados, testigos, peritos, agentes de la Guardia Civil y forenses. Una vez que se dicte sentencia, las defensas podrán presentar recursos ante el Tribunal Superior Justicia.
