«El cliente que le queda a Feve es el que no tiene prisa»
«Las velocidades hoy son como las de 1960. Con las medidas que se están tomando esperamos que se asemejen a las que había sin el Asfa digital»
Lleva tres años en el cargo, tiempo en el que una de sus principales batallas tiene nombre de Asfa digital, un sistema que ha ralentizando aún más a los trenes de Feve.
-¿De qué estamos hablando?
-Asfa es el acrónimo de «anuncio de señales y freno automático». Es un sistema de seguridad que supervisa el cumplimiento de las órdenes de las señales. Existe desde los años 70 y a partir del 2000 se fue implementando su versión digital, en la que el maquinista tiene una pantalla en la cabina que le recuerda la señal anterior, imponiéndole un control de velocidad y exigiéndole que actúe en consecuencia. Si en tres segundos no has reaccionado, activa el frenado de emergencia.
-¿Dónde está el problema?
-En la red de ancho convencional (la de Renfe) la baliza que transmite la información previa a la señal está por norma general a 300 metros de esta. En ancho métrico, el de la antigua Feve, no tiene una distancia estandarizada, habiendo casos en los que se superan los 800 metros entre balizas. Eso, unido al estado en el que se encuentra la infraestructura, llevó a lo que ahora tenemos: un sistema que impone tiempos de viaje aún más largos de lo que teníamos y una pérdida de eficiencia en la circulación.
-Hablamos sin embargo de una guerra avisada. El Real Decreto que obligaba a pasar al sistema de Asfa digital es de 2015.
-Sí, y hubo una serie de moratorias para retrasar su implantación en ancho métrico, pero al final los plazos vencieron. Semaf empezó a tomar cartas en el asunto en septiembre de 2020, presentando alegaciones. Somos un sindicato de gremio, con más del 85% de afiliación. Alertamos de los problemas que tenía el borrador de la versión Asfa de ancho métrico. En el primer semestre de 2021 hicieron las primeras pruebas con trenes y vieron los problemas que íbamos a tener.
Informes de aviso
-¿Qué hicieron?
-Elaboramos dos informes en abril y julio de 2021, nos reunimos con Renfe y la Agencia de Seguridad Ferroviaria. En el Principado nos reunimos con el viceconsejero de Movilidad.
-Sin resultado por ahora. ¿Cuál es la expectativa?
-La ejecutiva nacional nos dice que ahora sí están haciendo caso a sus propuestas y desarrollando una versión 4.2 de Asfa digital que no sea tan limitativa. De forma paralela Adif procederá a estandarizar las distancias entre balizas; en el tramo Santander-Liérganes se probó y han mejorado entre cinco y siete minutos.
-¿Vamos a poder recuperar los tiempos de viaje de antes?
-Con estas medidas que se van a tomar tenemos la esperanza de que se asemejen a los tiempos anteriores, aunque para obtener tiempos realmente competitivos se debe invertir también en infraestructura y renovar el parque actual. Necesitamos al menos 22 trenes eléctricos nuevos.
-En estas condiciones, ¿quién coge el tren?
-Las velocidades hoy son como las que había en 1960, y encima tenemos un goteo de averías que impiden a veces llegar al tren. El cliente que te queda es el estudiante y el que no tiene prisa. Te nemos un problema gordo que solo se resuelve mejorando el Asfa, renovando la infraestructura y contratando de verdad maquinistas.