Coronavirus en Asturias | Cuarenta y siete contagiados entre sanitarios y pacientes por un brote en el Hospital Avilés

El director del hospital, Luis Gago, aseguró desconocer el origen del brote, si había entrado a través de una visita o de un trabajador o de «pacientes (derivados) de Gijón en los que había una alta carga epidemiológica». «Hemos tenido una mezcla de todas las cosas», señaló.

Explicó que los primeros síntomas se detectaron durante la guardia del sábado. Se aisló a los pacientes sospechosos y se solicitaron pruebas PCR, que fueron positivas a pesar de que estaban hospitalizados en dos plantas distintas. Los tres primeros positivos fueron enviados al Hospital Universitario San Agustín, por ser el de referencia de la comarca para casos covid, pero no porque presentaran un cuadro especialmente grave. Sin embargo, el cribado masivo entre pacientes y profesionales desveló que la magnitud del brote era aún mayor. En contacto permanente con los servicios centrales del Sespa y la Consejería de Salud, ayer no se había decidido aún si trasladar a todos los pacientes positivos a un ala del hospital o a otros centros hospitalarios. Sobre lo que sí advirtió el director es sobre la escasez de personal sanitario, con tantos profesionales de baja.

Como consecuencia de este brote, se han suspendido las consultas y la actividad quirúrgica, así como las visitas de familiares a los 61 pacientes ingresados. Luis Gago recordó que ya estaba muy controlada la entrada de gente del exterior, restringida a un visita al día de dos horas y de la misma persona siempre. El domingo ya se les prohibió entrar.

Durante la primera ola de la pandemia, el Hospital Avilés había habilitado un ala de enfermos de covid-19. Se trata de una zona con entrada y salida independiente, pero en la que se encuentran los quirófanos, por lo que destinar esta zona al coronavirus obliga a cancelar la programación quirúrgica. Ante este panorama y sin haber logrado rebajar la lista de espera en verano, cuando también se aprovechó para dar vacaciones a los sanitarios, la dirección del centro solicitó quedar excluido de acoger pacientes de coronavirus en esta segunda ola. Razonaban, además, que se debía ofrecer un hospital seguro a los pacientes de edad avanzada, en los que el centro está especializado. A mediados de noviembre tenían dieciocho pacientes ingresados derivados de otras áreas, principalmente de los servicios de Medicina Interna y Urgencias, que son los que más presión asistencial padecen en el Hospital de Cabueñes, en Gijón.

Por otro lado, el foco detectado la semana pasada en Cabueñes, en la planta octava impar correspondiente a Neurología, la lleva al aislamiento. Ya se elevan a cuatro los profesionales y a dos los pacientes afectados, confirman fuentes sanitarias. Hasta el día 10 no pueden ingresar enfermos en la unidad de ictus. El cierre ocasionado por los contagios de coronavirus y la gran presión asistencial que sufre el Área Sanitaria IV de Oviedo, lleva a que la unidad de ictus de la capital no pueda atender a todos los pacientes del área de Gijón. Algunos tendrán que ser asistidos en camas convencionales y no en la unidad de ictus.