Coronavirus | Ismael Huerta: «Era esperable que vinieran a Asturias personas contagiadas»
El jefe del servicio de Epidemiología del Principado advierte que durante el mes de agosto la situación será similar a la de las últimas semanas, con posibles casos y más brotes
El jefe del servicio de Epidemiología de Asturias, Ismael Huerta, reconoció este viernes que «era esperable que vinieran al Principado personas contagiadas». El experto, que impartió una conferencia sobre la crisis sanitaria en la residencia de La Granda, indicó que «pasamos una temporada sin casos de COVID-19, pero estábamos viendo lo que estaba ocurriendo en otras zonas de España y teníamos bastante claro que con el movimiento de gente era esperable que vinieran personas contagiadas y que se generarían casos y brotes», como tal y como ocurrió en la cervecería Urban's de Oviedo, así como con los estudiantes procedentes de Málaga y el trabajador positivo del local gijonés La Buena Vida.
De momento «la situación no es especialmente llamativa» en lo que a su gravedad se refiere, pero «esto irá más que probablemente evolucionando». En agosto, mes de vacaciones por excelencia, se espera que el panorama sea similar al de esta última semana, es decir, que puedan surgir nuevos casos importados.
¿Y qué ocurrirá en otoño? Según Huerta y pese a que «es imposible de predecir», no se espera que haya más transmisiones que en verano. Sí hay «cierta preocupación» por la vuelta a los centros escolares, si bien tranquiliza el que «la capacidad de transmisión en los niños sea menor que la de adolescentes y adultos jóvenes, que son quienes están moviéndolo —el coronavirus— este verano».
El experto aclaró que el aumento de casos en gente joven se debe a que «a principios de la onda epidémica pasada la identificación de casos se centró en las personas más graves, que eran las mayores, y dado que no había capacidad de diagnóstico generalizado no se pudo identificar los casos leves». «Ahora estamos viendo lo que hubiera sido la onda epidémica inicial en los jóvenes», aseveró.
Reducción de la mortalidad
Conforme se avanza en el desarrollo y aplicación de herramientas terapéuticas, se espera controlar más los casos graves y reducir la mortalidad. «La esperanza que tenemos es que, conociendo cómo evoluciona la enfermedad en la personas que presentan cuadros graves y con las herramientas terapéuticas que estamos detectando se va a poder disminuir la mortalidad, lo cual implica que igual tendremos a las personas ingresadas graves en UCI durante más tiempo». En este sentido, añadió, «los hospitales asturianos ya están preparados».
