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La Jira al Embalse de Trasona, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, volvió a brillar en su edición número 67.

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La Jira al Embalse de Trasona, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, volvió a brillar en su edición número 67. P. Nosti

La asturianía brilla con luz propia en la Jira de Trasona

Miles de personas ocuparon desde el mediodía las zonas de Overo y Gabitos para celebrar la romería corverana.

Lucía López Pérez

Castrillón

Jueves, 1 de mayo 2025, 18:43

Es la primera romería en la comarca y una de las más queridas por los vecinos de Corvera. Es por ello que las ganas de disfrutarla por todo lo alto no faltaron, al igual que no lo hizo la comida, la sidra y el buen ambiente.

La Jira al Embalse de Trasona, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, volvió a brillar en su edición número 67 de la mano de las más de 2.000 personas que durante la mañana ocuparon las áreas de Overo y Gabitos para disfrutar de una jornada en familia y amigos.

La vista estaba puesta en el cielo, más después de los chaparrones que se sucedieron durante la noche, pero al levantar las persianas por la mañana muchos decidieron salir a primera hora hacia el embalse con el fin de ocupar las parrillas y las mesas. Alejandro Ternero, vecino de Avilés, fue uno de los afortunados que lo consiguió. «Cuando llegamos solo quedaban un par de parrillas. Llevamos aquí desde las 9 de la mañana. En la vida madrugué tanto para venir», explicaba su acompañante, Sandra García, mientras Ternero se encargaba de vigilar el fuego.

Ambos llevaban tiempo sin sumarse a la fiesta y este año, animados por el buen tiempo, volvieron a Overo junto a un grupo de 15 amigos que a lo largo de la jornada fue haciéndose más grande. «Para mí es la mejor fiesta del año porque te juntas con amigos que hace mucho que no ves y ves a la gente. Luego aquí empezamos unos pocos pero vamos siendo más porque vienen otros amigos, los críos, amigos de los críos...», señala Ternero, con la vista puesta en todo momento en las brasas.

No fue el único que durante la mañana hizo de chef. Carlos Portillo no tuvo la suerte de encontrarse con parrillas libres a su llegada, pero no le importó porque ya llegó al prado preparado para cualquier inconveniente. Con su propia parrilla se encargó de cocinar para sus familiares llegados desde Paraguay para no perderse la fiesta. «No venimos todos los años pero este nos animamos porque vinieron a visitarnos unos familiares. Es un día para pasar en familia», señaló.

Y es que si en algo coinciden los asistentes que año a año ocupan Overo es que «es una zona muy familiar e ideal para estar con los niños tranquilamente». Así lo destacaba David García. Bajo una carpa para protegerse del sol y poniendo el fuego a calentar para preparar un «arroz con cosas», su grupo conformado por el equipo de rugby y de robótica del 'Team Kraken' de Avilés comenzaba a preparar las mesas con la comida.

«Somos herederos de las fiestas de prao. Es la primera del año y tiene este espacio en Overo que está muy bien adaptado a los críos, para que se vayan empapando de las tradiciones y no se pierda», destacó García.

Para grandes y pequeños

Precisamente el público infantil ocupó desde la mañana los hinchables que se alzaban en la zona del Palacio, al otro lado de la pasarela en la que el público se aglutinó para ver la Regata Primero de Mayo. Tras la comida y para amenizar la sobremesa el Circo Pedalarte, de Argentina, inició la animación infantil en Overo a la que siguió el baile de Total Freak y la actuación de La Caracola, todo ello en un escenario en medio del área recreativa en torno al que se aglutinaron todos los niños de la zona.

La música tampoco faltó para los mayores. La Banda de Música de Corvera fue la encargada de abrir de manera oficial la fiesta con un pasacalles entre Overo y El Palacio que animó a los asistentes a bailar y cantar desde el medio día. A su llegada al área recreativa fueron muchos los que se aglutinaron en torno a la banda para bailar, disfrutar de la música y tomar algunas fotos y vídeos, que el momento había que inmortalizarlo para recordarlo hasta el año que viene.

En el grupo de Cristina del Águila la fiesta quedó inmortalizada a través de varios 'selfies' ya que además de divertirse, el evento también sirve para crear nuevos recuerdos. «Somos de Corvera y venimos todos los años. Llevamos desde las 10 de la mañana aquí», señalaba mientras abrían las primeras botellas de sidra. «Estos es lo más, es un fiestón. Venimos a pasarlo genial y además es la bienvenida al verano, así que hay que celebrarlo», afirmó. Su grupo, conformado por unas 30 personas, ha visto a lo largo de los años la evolución que ha tenido esta fiesta tradicional. «Antes venía todo a por el bollo al Palacio y ahora cambió un poco, ya lo traes de casa», señalaban los acompañantes de Cristina.

Primeros pasos en la Jira

Cerca de ellos Pablo Ferrero, Emilio Guerrero y José Antonio Guerrero escanciaban culines para todos sus amigos. Vecinos de Avilés y de Corvera para ellos esta fiesta supone un motivo de peso para tachar los días en el calendario cuando empieza la primavera. «Estoy todo el año esperando a que llegue este día. Es una fiesta que me presta más que la Comida en la Calle y no sé por qué. Me llama más, es más tranquilo, es muy familiar», afirmó José Antonio, quien lleva «toda la vida» viviendo la Jira con pasión. «Tengo 57 años y ya venía de pequeño. Yo creo que di mis primeros pasos aquí, en este prao», afirmó, mientras que Pablo señalaba que «somos autóctonos».

Los tres fueron unos de los protagonistas de la jornada, gracias a las monteras piconas hechas con cuero por Emilio, que despertaron la curiosidad de quienes pasaban por la zona. Y es que no cabe duda de que de romería o de gala, la vestimenta importa y mucho.

No obstante, más que el 'look' lo realmente importante fueron las ganas de pasarlo bien, algo que en el grupo de Jorge Rodríguez no faltó. Fueron uno de los más multitudinarios, conformado por unas 50 personas, lo que hizo que un par de mesas no fueran suficientes. Sobre las mesas de camping y las toallas se abría un abanico de tortillas, empanadas, bollos y hasta dulces que se bajaron con sidra para celebrar que «es la primera fiesta de prao del año y un buen motivo para juntarnos con los amigos y la familia».

El deporte, por otro lado, también se contagió del espíritu festivo. El Club Naútico Ensidesa organizó la Regata Primero de Mayo de piragüismo que congregó a una gran cantidad de público en la pasarela y las inmediaciones del embalse. Así mismo, desde primera hora el club Arkeros Corvera realizó una exhibición de tiro con arco en el área de Gabitos que sirvió como aliciente para atraer al otro lado del embalse a los primeros romeros.

Durante todo el día efectivos de Protección Civil, Policía Local, Guardia Civil, vigilantes de seguridad y profesionales sanitarios velaron por la seguridad y el bienestar de los asistentes. Igualmente en Gabitos se habilitó un Punto Lila durante la tarde para atender posibles agresiones sexistas o situaciones de acoso.

De poner el broche de oro al día se encargará la orquesta Panamá que pondrá al público de Overo a bailar cumbias, bachatas y merengues, entre otros estilos. Previamente la charanga el Felechu y la Banda de Gaitas de Corvera se encargó de calentar los motores durante la tarde procurando que la fiesta no parase por un segundo. Así fue, pues hasta la noche las dos áreas recreativas mantendrá una gran afluencia de público que demuestra, un año más, que Corvera tiene fiesta para rato. Ahora, solo queda esperar a que el año que viene la romería de Trasona vuelva a brillar.

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