La Policía interviene en un partido de fútbol cadete en Langreo para evitar agresiones
Los agentes tuvieron que proteger al entrenador del Alcázar, que había sido expulsado y acabó enfrentándose a los jugadores del Langreo
M. V.
LANGREO.
Lunes, 27 de noviembre 2023, 01:42
Inaceptable lo que ocurrió en la tarde del sábado en el campo de fútbol del Ganzábal, en Langreo. Como ocurre con demasiada frecuencia, los adultos volvieron a perder los nervios en un partido de alta rivalidad. Uno de los entrenadores tuvo que ser protegido por la Policía para evitar que parte del público le agrediera.
Todo sucedía a apenas diez minutos del final del partido. Dos equipos langreanos de la categoría cadete, el Unión Popular de Langreo y el Alcázar, disputaban un lance del juego. Once de ellos lo hacían ya con su entrenador y su segundo de a bordo sentados en las gradas por «insultos continuos al colegiado», explica uno de los presentes. Entre pase y pase uno de los jugadores del Alcázar -que iba ganando uno a dos- hizo una entrada dura a un contrario. Varios jugadores del Langreo fueron hacia él para recriminarle su acción. Fue ahí cuando desde la grada saltó al terreno de juego el entrenador del Alcázar, que había sido expulsado minutos antes. Pero lejos de aplacar los ánimos para evitar incidentes, se enfrentó a un jugador del equipo contrario empujándolo, «de malas formas y con demasiada fuerza», explican algunos testigos, que aseguran además que «se encaró con otros jugadores».
Alterados por lo que estaban viendo en el campo, padres y otros familiares de los jugadores zarandeados por el entrenador se acercaron al cierre del campo para proferir distintos improperios y amenazarlo. El árbitro, que en todo momento intentó calmar a ambas partes, pidió a los responsables del club anfitrión que llamasen a la Policía Nacional ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos.
Los jugadores reanudaron el partido, para jugar unos diez minutos en los que los nervios eran patentes, y en los que el marcador no cambió.
Personados los agentes en el Ganzábal, tuvieron que proteger al entrenador expulsado para que no hubiese altercados a la salida del estadio langreano. Además, procedieron a tomar declaración a jugadores y espectadores de los dos equipos para intentar aclarar el suceso y se pidió calma a las aficiones ya que no es la primera vez que ocurre.
