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José Ramón Fernández Molina, arquitecto de la reforma del Pozo Santa Bárbara. JESÚS MANUEL PARDO

«Solo deseo que el Pozo Santa Bárbara no sea un museo del lugar; hay muchos»

El arquitecto que rehabilitó la primera mina declarada Bien de Interés Cultural apoya su uso turístico y empresarial, con un centro tecnológico

ALEJANDRO FUENTE

mieres.

Lunes, 3 de agosto 2020, 00:12

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El Pozo Santa Bárbara, en La Rebaldana, es la primera mina que fue declaraba Bien de Interés Cultural (BIC) en 2009. Esta explotación ha escrito la historia de Turón y de Mieres desde 1913, año en el que se inició la extracción vertical. Antes ya había actividad minera con galerías de montaña. Todo acabó en 1995, cuando Hunosa decretó su cierre. Detrás de sí, una historia de sudor y muerte; el último accidente grave había dejado cuatro fallecidos en 1992. Ahora su perspectiva es otra. La hullera pública acaba de ceder su uso al Ayuntamiento mierense para convertirlo en un eje de atracción turística y cultural. José Ramón Fernández Molina es el arquitecto que en 2014 dirigió las obras de restauración parcial de estas instalaciones con algo más de 600.000 euros.

Gran conocedor del lugar, tiene claro que el enclave puede ser un revulsivo económico de todo el valle si no se cometen errores del pasado en la región: «Solo espero que no se convierta un museo del lugar; hay muchos por toda la geografía del Principado que no han funcionado».

Sabe de lo que habla. «Cuando me encargaron la reforma, me dijeron que tenía que diseñar los espacios en función a un museo de la minería. Creo que es un error». Desde su punto de vista, son muchas las oportunidades que tiene la antigua explotación para servir de revulsivo económico para todo el valle. Es más, entiende que el impulso de la zona no depende solo de Santa Bárbara, sino que tiene que funcionar «como un todo» con el resto de elementos patrimoniales de la zona, como el Pozo San José, «rehabilitado y sin uso». Entre las posibles funciones, explicaba, se encuentra la cultural, la turística y también la económica con la creación de un centro tecnológico de empresas en alguno de los edificios del BIC. «La asociación cultural y minera Santa Bárbara, de Mieres, incluso tiene un proyecto para habilitar un tren minero de superficie entre el socavón de La Rebaldana y el pozo; todo es viable».

El arquitecto alerta de que hay edificios que son susceptibles de perderse por el actual deterioro que presentan. «Si se recuperan, presentan muchas oportunidades, como el antiguo economato que podría convertirse en un establecimiento turístico de primer nivel».

Molina destaca que el recurso debe entenderse como parte de la historia de todo el valle, desde sus logros económicos «hasta las perdidas personales que supuso. Por eso es importante mantener y cuidar todos los elementos que se han mantenido hasta ahora».

Plan municipal

Son varios los proyectos que el Ayuntamiento quiere desarrollar desde el ámbito cultural, urbanístico y de protección patrimonial. Sobre este último aspecto, el edil de Cultura, Juan Ponte, ya avanzó que se han iniciado contactos a tres bandas, con la hullera pública y el Instituto de Patrimonio Nacional, con el objetivo de lograr fondos para completar la restauración de las instalaciones. El Consistorio calcula que harían falta entre cinco y siete millones de euros.

Ponte indicó ayer que la intención es diseñar un plan de actuación concreto que se complemente con el resto de ofertas culturales y patrimoniales de las comarcas mineras. «Queremos que quien vaya a visitar el Pozo Sotón pueda venir también aquí y que las experiencias no sean similares».

De este modo, adelantó que Santa Bárbara va a ser una pieza clave del turismo del concejo, habilitando un segundo centro visitantes, que se sumaría al del poblado de Bustiello. «Queremos conectar las experiencias».

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