El SOMA pide recuperar «ya» el plan del centro de rescates en el pozo Santiago

Alperi considera que no se han modificado sustancialmente las condiciones políticas en el seno del poder legislativo para poder relanzar esta iniciativa y sacar adelante el proyecto que se considera importante para el concejo y para la comarca del Caudal. La propuesta quiere servir también de «merecido reconocimiento y respaldo a una unidad de la amplia trayectoria y prestigio, nacional e internacional, como es la Brigada Central de Salvamento Minero, una auténtica seña de identidad para nuestro territorio que cuenta con la consideración y el respeto de la sociedad española». De este modo, se permitiría «la transferencia de unos conocimientos heredados de las tradicionales labores mineras».

Con este proyecto se quiere proporcionar la aplicación práctica de las técnicas mineras en tareas de rescate subterráneo, seguridad en espacios confinados y obras bajo tierra. «Todo ello mediante una metodología de aprendizaje basada en la experiencia directa y en unas instalaciones únicas para la formación en intervención ante situaciones de emergencia, a la vez que permitirá pensar en clave de futuro a unos territorios que han sido históricamente solidarios». Se defiende como un plan estratégico que fijaría la atención de la opinión pública y que «tendría un efecto multiplicador sobre la economía de la comarca del Caudal». El grupo socialista hacía propios los argumentos del sindicato minero y señalaba que se generaría una cantidad importante de empleo, directo e indirecto, «que afectaría a diferentes perfiles profesionales, tanto cualificados como no cualificados».

Alperi traslada otras de las reclamaciones que hay pendientes de resolver por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, como es la implantación de centro de datos, un 'big data', en minas con la vista puesta también en el pozo Santiago. Este tipo de instalaciones precisan una ingente cantidad de agua para su refrigeración. «Agua con la que ya cuentan los pozos inundados», apuntaba el responsable sindical. De hecho, se trata de uno de los problemas fundamentales para el desarrollo de este tipo de instalaciones en otras zonas del país. La propuesta responde a tres fines: recuperar antiguas instalaciones mineras para fines tecnológicos, minimizar el impacto energético y la huella de carbono que supone mantener grandes infraestructuras de computación y garantizar la seguridad física que actualmente requieren este tipo de equipos informáticos.

Y la tercera de las peticiones al Gobierno es la conversión «total» de Hunosa en una empresa pública energética yendo más allá de la explotación de la central térmica de La Pereda, en Mieres. Alperi ya puso sobra la mesa que sea la hullera estatal la que asuma, forma escalonada, la gestión de las presas dedicadas a la generación de electricidad de todo el país «según se vayan acabando las concesiones de explotación de las compañías energéticas». De esta manera, se aseguraría el futuro de la empresa, y serviría como elemento de control de los precios en el mercado de la electricidad.