Talan la mayoría de árboles y arbustos de la ribera del río San Isidro en Felechosa
La coordinadora ecologista ha denunciado esta actuación, que califica de «desmesurada», ante la Confederación
M. Varela
Felechosa
Viernes, 6 de octubre 2023, 01:35
Los ecologistas asturianos han denunciado ante la Confederación Hidrográfica «la desmesurada tala de numerosos árboles» del bosque de ribera del río San Isidro a su ... paso por la localidad de Felechosa, en el concejo de Aller. Una actuación que consideran «un atentado ambiental», ya que aseguran que se han talado el 90% los árboles y la totalidad de los arbustos del bosque de ribera que allí había antes.
«El resultado es desolador», explican. Y, ante esta situación, «queremos nos den una justificación para eliminar toda una vegetación de ribera, compuesta por especies arbóreas que la definen, alisos o húmeros, sauces o salgueros y chopos, con todo su sotobosque». «Lo han dejado arrasado», lamenta la coordinadora. Recuerda además la existencia de una normativa ambiental que protege estos ecosistemas ribereños, a través de la Directiva de Hábitats, o en Asturias por la normativa de espacios naturales o por la limitación de actividades que pueden causar impacto en el medio.
Al final, apunta, las administraciones públicas parece que «delegan y se abstienen de realizar una gestión racional de nuestros ríos, por atender las ideas disparatadas de alguna gente a la que pareciera que todo lo vivo le molesta, sean árboles, nutrias o cormoranes».
En Asturias, sostiene el colectivo ecologista, se ha realizado en el pasado una ordenación urbanística que ha permitido «ocupar áreas de influencia de los cauces de los ríos susceptibles de ser anegadas». Y contraponen que los bosques de ribera ejercen un papel regulador de las avenidas y las crecidas, al laminar los caudales de agua.
Por eso, argumenta el movimiento ecologista, «eliminar la cobertura arbórea de los ríos es disparatado y aumenta los riesgos, y más en una población como es Felechosa, donde se ha construido en zonas inundables con el riesgo que suponen las crecidas si no hay árboles para frenarlas».
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