«Debería de sancionarse si no se cumplen las cuotas de paridad»
La ministra, que dice tener «cariño» por el asturiano, defiende el «sentimiento» de las lenguas para enraizar con un territorio
La ministra de Justicia, Pilar Llop (Madrid, 1973), repite visita al Principado con su plan para acometer la digitalización de la Administración de Justicia durante ... su mandato.
–¿Lleva la cuenta de sus visitas oficiales?
–Como ministra, tres ocasiones.
–Si sumamos las oficiales a las que no, estará deseosa de que tengamos AVE...
–Claro. Lo que sea favorecer las comunicaciones en todo el territorio nacional es importante. Ya se ha inaugurado el AVE a Galicia, y vamos a ver cómo sigue evolucionando.
–¿Ayudará a que llegue antes de que acabe la legislatura?
–Todo lo que sea favorecer las comunicaciones, en cualquier ámbito, ya sea transportes o a través de las nuevas tecnologías, me tenéis de vuestra parte.
–Pues por ejemplo, tiene la descentralización de sedes. ¿Tiene alguna de su ministerio?
–De momento acabamos de aprobar el decreto donde se establecen los criterios. Es una cuestión de solidaridad interterritorial y de solidaridad entre las comunidades autónomas.
–Pero, ¿alguna suya?
–Ahora mismo tenemos deslocalizada la ORGA (Oficina Gestión y Recuperación de Activos) que tiene una sede en Madrid y otra en Algeciras, y queda ver si el que se creará con relación al informante de la corrupción puede sacarse fuera.
–Apelando a su apego a la región, ¿conoce palabras en asturiano?
–Mi abuela era asturiana y hablaba asturiano, evidentemente. Es una lengua a la que tengo un cariño muy especial. La he escuchado desde niña. Además soy socia del Ateneo de Villaviciosa.
–¿Defensora de la oficialidad?
–Es una iniciativa que ya se ha tenido en cuenta por parte del presidente del Principado. Dar esa relevancia de oficialidad a la lengua se tiene que decidir en el Estatuto de Autonomía, y tendrán que ser por los propios asturianos los que lo decidan.
–Traería obligaciones, ¿no?
–Todos los reconocimientos oficiales traen obligaciones con la Administración. Lo vemos con el catalán, con el gallego y resto de lenguas oficiales. Nuestra Constitución reconoce las lenguas oficiales como una riqueza y diversidad en la forma en que las personas se expresan. Es lo lógico. Es cultura y son sentimientos que enraizan con un territorio.
–Hacía usted referencia al Estatuto, ¿40 años no son muchos y tocaría reformarlo? Aunque esta pregunta podría ser extensible a la Constitución...
Eso estaba pensando, también a la Constitución...
–Son muchos años en sendos casos...
Es que son normas que constituyen el bloque constitucionalista. Me refiero a los Estatutos, y para su reforma se requiere un consenso importante de diferentes fuerzas políticas. Es complicado llegar a tener esos acuerdos con parlamentos tan fraccionados, pero es lógico que se requieran esas mayorías y se eviten mayorías simples que un gobierno de turno pueda modificarlas a su antojo.
–Mencionaba el Estatuto de Autonomía, se quejaba esta semana el presidente Adrián Barbón que el fracaso de las negociaciones impedirá que se puedan incorporar los decreto-ley. ¿Lo ve una figura esencial?
–Nosotros usamos habitualmente la figura de Real Decreto-Ley, y más aún en esta legislatura que hemos tenido que tomar medidas urgentes. Es una figura que agiliza el trámite, con fuerza ejecutiva, también cuando se aprueba en un Consejo de Gobierno autonómico.
–Fíjese, hablando de reformas, desde los informes del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, ¿ya se da por perdida la reformulación del Senado?
¡Qué pena que tengamos tan poco tiempo porque podría hablar meses seguidos de este órgano tan necesario!
–¿Hace falta darle una vuelta?
El Senado tiene un problema, y es que no se conoce bien cual es su función y su funcionamiento. No se ha hecho pedagogía sobre él. Tenemos un gran sistema institucional que fue diseñado por el legislador constitucional de una forma extraordinaria. Pero, ojo cuando tocamos una pieza de nuestro puzzle institucional porque cuando se toca una, a veces caen en cadena. Estamos saliendo de una crisis como la que hemos tenido, sanitaria, social y económica, y las instituciones tienen que preservarse y estar en momentos de solidez suficiente para dar las respuestas que necesitamos a los ciudadanos. El Senado tiene que existir porque da voz a las comunidades autónomas y a los intereses de los territorios a nivel nacional. intereses de los territorios a nivel nacional. Una comunidad autónoma sola no puede ir a ningún sitio. Nos necesitamos todos, ese es el verdadero patriotismo, la capacidad de entender qué es la solidaridad interterritorial, y ese diálogo entre las administraciones.
–Lo que ha puesto a prueba la pandemia es el modelo de cogobernanza. ¿No es buen impulso insuflar vida al Senado?
Creo que sí. Pero es importante dar a entender el Senado, que la gente lo aprecie y lo conozca, y que sepa de su valor extraordinario de colegislación con gobierno autonómicos. Se elevan los intereses territoriales a toda España, y solo se puede hacer en el Senado. Se toman decisiones trascendentales. No debe renunciarse a la gran reforma, pero quiere una reforma constitucional.
–¿Su uso no puede acabar derivando en un desequilibrio de poderes ejecutivo y legislativo, y caminando hacia el presidencialismo?
–No creo que se haga un abuso siempre que se haga de urgente necesidad. Tenemos un sistema constitucional que, en caso de no estar de acuerdo, el legislativo puede recurrir al Tribunal Constitucional. Pero es necesario porque en determinadas circunstancias los gobiernos necesitan acometer iniciativas políticas que no pueden esperar a toda la tramitación parlamentaria. Aún así no es algo unilateral. Requiere de la ratificación del parlamento, que es donde están representados los ciudadanos.
–¿Con Núñez Feijóo será más fácil llegar a acuerdos y renovaciones pendientes?
–El PP es un partido de Estado, que ha gobernado y que ha votado a favor de la ley integral de violencia de género, y el Pacto de Estado contra la violencia de género. Sin embargo Feijóo ha hecho declaraciones que, por desgracia, han echado por tierra el trabajo enorme del PP en esta materia. Espero que haya una reflexión sobre esto y que, si es un partido de con conciencia democrática y creencia en el estado de derecho, haga una reflexión.
–¿Echa en falta la perspectiva feminista en el debate de renovación de puestos?
–El CGPJ es más paritario, con la elección de vocales se intentó guardar la paridad. Pero en la designación de magistrados, del Supremo o tribunales superiores, la paridad desaparece. Es difícil comprenderlo porque las mujeres han alcanzado suficiente igualdad para acceder puesto. Se presentan, pero se opta una y otra vez por hombres. El problema es que la Ley de Igualdad no habla de obligatoriedad. No hay sanciones por las cuotas.
–¿Usted es partidaria?
–Lo soy.
–¿Y cómo se haría?
–Con una modificación de la Ley de Igualdad, diciendo que si no se cumple con la cuota se deriva en una sanción. Pero lo ideal será adoptarlo en una directiva europea que nos vinculase a todos, porque al final trabajamos con otros países.
–Mientras llega, ¿por qué no lo hacen en España?
–Se podría hacer, pero soy más partidaria de elevar esos debates a nivel europeo.
–Una ministra siempre se espera que venga con algún anuncio
-Ya tener aquí a todas las Consejerías de Justicia con las competencias transferidas, que son doce, también es un regalo. También estar en esta tierra maravillosa, llevar ese diálogo interterritorial, que hay que sacarlo de la centralidad, y compartir territorio entre todos nosotros. También el reparto de fondos europeos para Justicia 2030. Serán 410 millones del Next Generation, y se han aprobado 6,5 para Asturias en los años 2022 y 2023. Son para proyectos que suponen un cambio total del modelo de Justicia. Trabajamos conjuntamente con las comunidades para un modelo de acceso más eficiente y sostenible. Además, un nuevo modelo de organización, y el despliegue de nuevas oficinas municipales de Justicia, que serán las que transformen los juzgados de paz en oficinas judiciales dotadas digitalmente para que no se tengan que hacer grandes desplazamientos.
–Decía cuando estuvo en Asturias que la región estaba a la cabeza en transformación digital de la Justicia, ¿en qué puesto estamos ahora?
–No se trata de hacer ranking, pero Asturias ha sido más ágil. Es un territorio abarcable y ha abordado todos los proyectos de digitalización al mismo tiempo. Espero que se apruebe el nuevo modelo de eficiencia digital en el próximo periodo de sesiones, que harán que los ciudadanos tengan la justicia que se merecen.
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