La DGT desoye la sentencia y mantiene que el radar de la 'Y' es legal
La legislación permite que ante las multas los jueces sigan criterios opuestos. «Es una lotería y la DGT se aprovecha», dicen los conductores
R. MUÑIZ
GIJÓN.
Miércoles, 19 de octubre 2022, 01:22
La Dirección General de Tráfico (DGT) mantiene que el radar ubicado en la 'Y' antes de la bifurcación que se encuentran los conductores que van hacia Gijón o Avilés es perfectamente legal y por tanto no contempla su apagado. Su interpretación desoye así la sentencia dictada el pasado 7 de octubre por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Oviedo.
El radar de la polémica es un modelo Multanova 6F-MR. En los fundamentos de derecho de la sentencia, el magistrado Luis Cuadrado explica que «a diferencia de otros modelos (como por ejemplo el Ramet AD9 y el Cirano 500m) no cuenta con la función de seguimiento e identificación del cuerpo o vehículo objetivo o blanco durante el proceso de medición», algo que «se desprende de su certificado».
Es una omisión clave para el magistrado. Según recuerda, la Orden ITC/155/2020 marca el control metrológico que deben seguir estos aparatos para dar por buenas sus mediciones. La normativa especifica que a los cinemómetros «que funcionen sin la presencia continua de un operador que vigile su funcionamiento y que no sean capaces de detectar, seguir e identificar inequívocamente el objetivo durante todo el proceso de medición se les exigirá al menos dos fotogramas del vehículo infractor tomados en diferentes instantes». Uno deberá mostrar el vehículo completo y el disparado después concretar su matrícula.
El magistrado concluyó que la norma obliga a que el aparato haga dos fotos. La DGT mantiene aún que «es suficiente» una sola
Expuesta así la legalidad, el magistrado revisó el recurso que había llegado a su mesa, interpuesto por un conductor al que el aparato aseguraba haber cazado a 133 kilómetros por hora un 24 de febrero de 2021. En el expediente sancionador la DGT incluía dos imágenes, tal y como requiere la normativa en vigor, pero, al compararlas, «se hace evidente que cada pequeño detalle de la parte que comparten es idéntico», es decir, que «una no es sino un recorte o detalle de la otra». Concluye Luis Cuadrado que eso no es válido, y «en definitiva no se ha cumplido con la previsión» marcada por la citada orden. Por tanto, anuló la multa de 100 euros impuesta.
Homologación en vigor
Este periódico preguntó ayer a los servicios centrales de la DGT si mantienen en servicio con las mismas características ese radar. La respuesta hace oídos sordos a la sentencia: «Desde la DGT solo queremos puntualizar que el modelo al que se refiere este caso es el Multanova 6F-MR que fue homologado de acuerdo a la OM 11/02/1994, con lo que es suficiente que se remita un único fotograma» al expediente.
Fuentes próximas al organismo argumentan que la cuestión de qué aparatos requieren una o dos fotos «da lugar a interpretación y origina fallos» como este en todo el país. En Automovilistas Europeos Asociados, su presidente, Mario Arnaldo, asegura llevar ganadas «más de medio centenar» de sentencias similares «y a la DGT le da igual mientras tenga una sola a su favor».
«En España los conductores estamos ante una auténtica lotería judicial porque no se consolida un criterio. La ley establece que este tipo de casos se resuelvan sin recurso, de manera que un juez puede decir una cosa y el de al lado la contraria y no tienes acceso a instancias superiores para que consoliden criterio», argumenta. Es una situación de la que el organismo oficial «se aprovecha para no cambiar nada y seguir recaudando», expone.
El aparato está detrás de un panel informativo que advierte a los conductores de que entran en una zona de control de velocidad. Se encuentra en el propio pórtico, en el punto kilométrico 13,4 de la A-66, en la calzada de sentido decreciente. Cuando está operativo controla desde ahí el paso de unos 28.000 vehículos diarios en una jornada habitual.
La DGT considera ahora que revelar las estadísticas de cada radar merma la seguridad vial y oculta los últimos datos. En 2015, cuando aún intentaba ser transparente, facilitó esa información. Aquel ejercicio el radar funcionó 330 días, originando 7.074 sanciones por un total de 737.000 euros. Dado el volumen de tráfico que controla es uno de los más rentables, con una recaudación de 2.235 euros al día.