Las donaciones de sangre bajan por tercer año consecutivo y se quedan en 40.866 en 2018

Por tercer año consecutivo, bajan en Asturias las donaciones de sangre. Tras el récord alcanzado en 2015, con 44.447 bolsas, el número ha ido disminuyendo progresivamente. Hubo 43.439 en 2016, 41.788 al año siguiente y 2018 acaba de cerrar con 40.866. Supone un descenso del 2,20% (922 bolsas menos) respecto a 2017 y una bajada que sitúa la cifra en niveles de 2014. Para la directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, la médica y hematóloga Carmen Muñoz, «el dato es preocupante» e invita a no bajar la guardia en una región donde el envejecimiento de la población y la emigración juvenil empieza a dejarse sentir en el número de donaciones.

Aun así, 2018 se cerró «en equilibrio», pues también hubo menor demanda de sangre por parte de los hospitales asturianos y «se compensó». El motivo es que las medidas para ahorrar sangre y «rentabilizar al máximo un bien escaso» están funcionando.

Los equipos sanitarios tratan de que el paciente que se tiene que someter a una intervención llegue con el mayor número de glóbulos rojos a la operación. Para ello, el paciente recibe, ya sea tratamiento médico o farmacológico, para que a la hora de entrar en quirófano llegue en las mejores condiciones posibles en cuanto a hemoglobina y pierda la menor sangre posible durante la operación.

La disminución de donaciones y de menor demanda de sangre por parte de los hospitales sigue, en ambos casos, la tendencia nacional. Muñoz -que para 2019 pide elevar el número de donaciones- recuerda, no obstante, que «cuando hay momentos de escasez, la población acude en masa a donar. La respuesta es muy buena y, por eso, en esos momentos de dificultad, hay margen de mejora».

A diferencia del año pasado, que por estas fechas se hacía un llamamiento a la donación ante la falta de sangre del grupo cero positivo, la directora técnica del Centro Comunitario de Sangre sostiene que «estamos bien» en cuanto a reservas. Afrontan, así, con «buena cartelera» el mes de enero, que habitualmente suele ser uno de los más complicados por los casos de gripe.

Será dentro de unos días cuando se obtengan datos más en detalle de las donaciones por áreas sanitarias y el consumo de sangre en los centros hospitalarios. No obstante, al ser el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, el que realiza las intervenciones más complejas y los tratamientos más intensos, es él el que consume alrededor del 75% de plaquetas que salen del centro comunitario. En segundo lugar se sitúa el de Cabueñes, en Gijón, y en tercero, San Agustín, en Avilés.

En cuanto a la donación de órganos, Asturias alcanzó en 2018 un récord histórico, tal y como había avanzado EL COMERCIO. El equipo de coordinación de trasplantes del HUCA cerró el año con cifras nunca alcanzadas. 68 familias autorizaron la cesión de órganos de algún ser querido fallecido, lo que supone la cifra más alta de los últimos 35 años. Desde que la región llevó a cabo su primer trasplante el 22 de marzo de 1983, a un minero de Riosa, soltero y de 40 años, al que se le implantó un riñón, nunca se había alcanzado el número de 68 donaciones.