La empresa CAF ya construyó trenes que pasan por los túneles de Asturias

El Ministerio de Transportes ha encargado una auditoría interna para tratar de depurar responsabilidades en relación a los errores cometidos en torno a las dimensiones de los gálibos (las medidas de los túneles) en el encargo que Renfe hizo a la empresa Construcciones y Auxiliares de Ferrocarriles (CAF) en 2020 para la construcción de 31 trenes destinados a la renovación de la flota del servicio de Cercanías de Asturias y Cantabria. Una laguna normativa en la fijación de los gálibos que impidió a la empresa adjudicataria poder iniciar los trabajos hasta la fecha y retrasar el plazo de entrega hasta al menos 2026.

El error cometido en el pliego del contrato hizo que los primeros diseños en los que trabajó la firma vasca resultaran demasiado grandes para poder atravesar los túneles asturianos. Detectado por la empresa adjudicataria el problema en relación a los gálibos, y comunicado a Renfe y Adif, se planteó como alternativa aplicar los márgenes de seguridad a los túneles reales, lo que dio como resultado el diseño de un tren con forma de 'Toblerone'. En septiembre de 2021 todas las partes implicadas consensuaron una solución, el uso del llamado método comparativo -que consiste en tomarle las medidas a un tren real para aplicarlas-, pero a pesar de ello no se ha avanzado aún en el diseño ni en la ejecución, lo que ha retrasado dos años el plazo de entrega.

Un retraso que llama poderosamente la atención si se tiene en cuenta que empresa adjudicataria ya avisó del problema en 2021 y que, incluso, ya construyó hace una década modelos de trenes que forman parte de la flota actual asturiana y que, por lo tanto, circulan sin problemas por debajo de los túneles. Eso sí, los gálibos actuales podrían ser diferentes a los que se tuvieron como referencia en su día como consecuencia de la mejora y acondicionamiento de la vía.

También resulta difícil de comprender el retraso que acumula la ejecución de estos trenes cuando, dos años después de su adjudicación, Adif licitó la compra de tres locomotoras para prestar servicio también en las vía de ancho métrico que circulan por Asturias y Cantabria cometiendo el mismo error, al no identificar correctamente las medidas de los túneles. Esto, con el agravante de que para entonces ya se conocían (al menos de forma interna) lo que había ocurrido con la contratación del lote de 31 trenes. Adif, eso sí, tardó únicamente un mes en rectificar el pliego original alertando de la anomalía a los licitantes a través de una nota aclaratoria que se adjuntó al pliego del contrato antes incluso de que se presentaran las oportunas ofertas, y plantear como solución el método comparativo. Esto ha permitido que la construcción de las tres locomotoras no haya sufrido ninguna demora puesto que los trabajos comenzaron el 28 de noviembre, y Stadler, la empresa que ganó el concurso, va a solicitar un tren de la serie 2700 para usarlo como base para la construcción de las tres nuevas locomotoras, según fuentes del ministerio.

De ahí que, más allá del error inicial, lo que realmente ha enfadado a los gobiernos de Asturias y Cantabria es la paralización que ha sufrido el proyecto a pesar de que se encontrara una solución hace más de un año, y también la falta de transparencia al respeto, manteniendo oculta esta información hasta que EL COMERCIO lo destapó el pasado 24 de enero.