«Te engancha porque ves dinero fácil»

«Empecé a jugar a los 18 años. Cuando salía a tomar algo con los amigos, de vez en cuando me daba por meter la vuelta de la consumición en la máquina tragaperras. Yo lo veía normal, como hacen muchos jóvenes, no pensaba que fuese algo peligroso. Luego iba a salones de juegos, a casinos. No sé muy bien cómo pasó pero en año y medio empezaron los problemas». Así relata Pepe, un joven de 25 años, cómo se vio envuelto en la telaraña de una adicción al juego de la que tras años de lucha y esfuerzo ha logrado salir.

«Cuando empiezas no eres un adicto, de hecho hay mucha gente que juega a la lotería y al cupón y no enferma, pero hay algo que en un momento dado te hace dar el salto. En mi caso, creo que el detonante fue un problema familiar», recuerda. Ese salto lleva a una inmensa soledad. Por el camino se quedan familia, amigos, la carrera universitaria, la autoestima. Como pasa en algunos naufragios, algunas cosas se recuperan, otras no.

«Te das cuenta de que tienes un problema cuando ya no puedes controlarte, solo piensas en jugar pero no lo reconoces y, por supuesto, no pides ayuda. Llega un momento en que no se puede esconder más. Ahí mi familia fue la que cogió el toro por los cuernos. Gracias a su apoyo y mi fuerza de voluntad he salido del pozo y ahora tengo una vida muy diferente», asegura.

Su historia es similar a la de otros chicos a los que el azar ha puesto la zancadilla. Ahora, ya rehabilitado, Pepe intenta ayudar o otros jóvenes adictos al juego como voluntario de Ludópatas Asociados Rehabilitación del Principado de Asturias (Larpa), la organización donde él se recuperó. Allí, comparte su experiencia e intenta animarlos con la rehabilitación. «Me doy cuenta por mí y por otros chavales que uno de los atractivos del juego es que los jóvenes lo vemos como una forma fácil de obtener dinero. Es un engañabobos, pero para chicos que no manejan mucho, conseguir dinero en una jugada es muy estimulante», destaca. Luego está «el riesgo añadido de tener locales de juego a cada dos pasos y el juego online a un clic».

El caso de Pepe no solo no es único sino que «por desgracia, cada vez se ven más», afirma Máximo Gutiérrez, presidente de Larpa. «Nos acusaron de alarmistas cuando avisamos de que había un serio problema con los jóvenes y ahora lo tenemos encima y va a más», lamenta.

Según los datos aportados por Larpa, en un año el número total de casos de diferentes edades tratados por la asociación se ha incrementado un 34%, pasando de los 62 de 2017 a los 94 de 2018. En una comparativa por edades, estas cifras muestran que «los mayores no han dejado de venir, pero cada vez llegan en busca de ayuda enfermos de menor edad». De hecho, de los 150 casos que recibieron tratamiento el año pasado en Larpa, un 27% eran jóvenes menores de 35 años y, en concreto, un 16% tenía entre los 20 y los 30 años de edad. Estos datos constatan que «el juego está afectando a los jóvenes y es un problema que va a más», indica.

Este colectivo achaca el crecimiento al aumento de la oferta de juego, así como a la promoción de las apuestas 'online'. «En Asturias teníamos una oferta de juego bastante buena y no hacía falta incrementarla. Solo hay que mirar los datos. En todo el año 2018 se solicitaron 5 consultas de viabilidad de salones de juego y solo en el primer trimestre de 2019 se pidieron 47. Porque la consejería echó el freno sino, podríamos tener 200 a final de año», recalca.

En el marco del Día Nacional Sin Juego de Azar, el 29 de octubre, los afectados por la ludopatía reiteran reivindicaciones que consideran «indispensables» para atajar este problema. Entre ellas, la necesidad de que haya una regulación definitiva de la publicidad para evitar la incitación al juego; que se apruebe el Real Decreto de Publicidad y Juego Responsable y que el Principado inste a ello, «ya que la comunidad no ha legislado a la espera del mismo». También piden mayor financiación de recursos asistenciales y que se haga cumplir el Plan de Ludopatía del Principado a los operadores. Por último, exigen el cumplimiento del plan autonómico y que «este no se reduzca a meras campañas informativas esporádicas».

Por el momento, Asturias es la única comunidad autónoma que dispone de un plan de prevención de ludopatía previsto para el periodo 2018-2020. Centra sus objetivos en cinco ámbitos de actuación: Formación e información, en el que se han llevado a cabo nueve de las trece medidas contempladas, como campañas en redes sociales, jornadas de juego responsable, formación a profesorado y otros funcionarios. En Educación se ha incluido contenido relativo a la ludopatía dirigido tanto a las familias y a los alumnos como a los docentes. En materia de control e inspección, entre otras cosas se cuenta con cinco agentes de la Policía Nacional para controlar el juego en el Principado. El plan incluye también acciones en atención sanitaria y medidas de inclusión social a través de entidades locales.