Infraestructuras en Asturias

El diseño del enlace de Robledo recibe luz verde, pero con condiciones

Con él aprobado por los técnicos, ya podría lanzar una obra estimada en los 20 millones y que requerirá expropiar unas 70 fincas. La principal utilidad de la nueva conexión estriba en que permitirá un reparto más funcional de los tráficos entre la 'Y' y la AS-II, de modo que en momentos de congestión de la 'Y' los conductores que se desplazan entre Oviedo y Gijón puedan salir a otra autovía para agilizar el viaje.

Quedan pasos por dar, pero la actuación se va concretando. La resolución de Transición Ecológica, que ayer publicó el Boletín Oficial del Estado, deja un diseño en cuatro ramales para permitir desde la 'Y' coger la AS-II tanto en sentido hacia Gijón, como a Oviedo, y desde la AS-II redirigirse a la 'Y' también en sentido Oviedo y Serín.

Los técnicos subrayan que la conexión se emplaza en un área que, según el Sistema Territorial e Infraestructuras de Datos Especiales del Principado, presenta riesgo de deslizamientos superficiales «predominantemente muy alto o alto». Están previstos taludes de 20 metros de altura y el principal riesgo al que se enfrentan los ingenieros es evitar «la inestabilidad de taludes, desprendimientos de rocas y deslizamientos del suelo».

Para no provocar esas afecciones Transición Ecológica coincide en que lo procedente será «construir muros de escollera, malla de guiado y se revegetará. Se evitará la estabilización de taludes mediante gunita y hormigón proyectado».

Otro de los retos de la obra lo advirtió la Dirección General de Patrimonio Cultural del Principado. Hay 14 enclaves, bienes arqueológicos, elementos etnográficos y vestigios de la guerra civil en la zona de obra o cerca. El yacimiento llamado «materiales de Robledo/La Ería-Los Ramones», con restos arqueológicos de la Edad Media y el Paleolítico Inferior-Medio se ubica en el mismo espacio que el enlace, «pudiendo producirse una alteración grave o severa del mismo por las obras, llegando en parte a desaparecer». El núcleo de los Ramones sería el más perjudicado, perdiendo 3.000 metros cuadrados.

Para mitigar trastornos está previsto no empezar las obras sin antes hacer sondeos arqueológicos sobre una superficie de 300 metros cuadrados. «En caso de aparición de vestigios positivos, se excavará» bajo la supervisión de técnicos arqueólogos del Principado.

La administración autonómica también participará en la localización y extinción de ejemplares de Plumero de la Pampa en la zona. Se prescribe que cada semana deberá ser revisada la zona para garantizar que no se reproduce esta especie invasora.

Hay trabajo por hacer y excavaciones para tener despejado el terreno para los viales. Aunque parte del material retirado será reaprovechado en el acondicionamiento final, el excedente de tierras se estima en 515.094 metros cúbicos que Transición Ecológica mandata llevar «a un vertedero autorizado en un radio inferior a diez kilómetros».