«Para verlo todo hay que llegar bien temprano»
Primeras colas. Una familia de madrileños afincados en Gijón fueron los primeros en entrar al recinto
BRUNO CORBEIRAS
Domingo, 4 de agosto 2024, 02:00
Sin que sea nunca una sorpresa, la 67 edición de la Fidma arrancó con colas. Desde minutos antes de la apertura de puertas, decenas de personas formaban largas filas frente a la entrada principal y también en los accesos secundarios, ansiosos por conocer lo que este año trae para ellos la Feria. Había locales y foráneos. Y como una combinación de ambos, los primeros de los primeros: María Soledad Olvera, Abel Contento y su hija Estela, madrileños afincados desde hace cinco años en Gijón.
«Venimos pronto para evitar colas», reconoció la primera entre risas, al tiempo que explicaba que «nos gusta visitar todos los estands y para conseguirlo hay que llegar bien temprano». Añadió que, con el ánimo de exprimir al máximo la jornada, ya «estaba lista para venir desde primera hora de la mañana y el resto de mi familia ya estaba preparándose incluso antes que yo». Y es que la Fidma es para esta familia una cita ineludible del verano. «Venimos todos los años, aunque no seamos de aquí, pero llevamos desde 2019 en Gijón».
Abel Contento aseguró que «visitar todos los estands con la familia es una experiencia única. Vamos comentando lo que vemos con nuestra hija mientras nos tomamos un granizado o paseamos entre los puestos hasta decidir qué vamos a comprar». Y consideró que todos los pabellones «resultan interesantes».
Oferta para todos
Destacó por otra parte que la variada oferta de productos y actividades del recinto lo convierte en «el plan perfecto para una familia, porque mientras mi hija ve las tiendas y se lo pasa en grande, yo puedo disfrutar recorriendo la zona de sofás o la zona de exposición de los coches».
Su hija, Estela, no dudaba en que la de ayer no sería la única visita de este año. «Tenemos pensado venir más días porque en uno solo no se puede disfrutar de todo», señalaba. Y reconocía que «siempre me ha encantado llevarme bolsas, abanicos, globos y cualquier recuerdo». Para la próxima edición aspiran a tener más compañía y confían en «poder convencer a mi hermano para que venga, ya que nunca ha tenido la suerte de disfrutar de la Feria. Seguro que a él y a su hijo pequeño les encantaría estar aquí, sobre todo por los juegos y las actividades».