«El Holocausto empezó con palabras, con leyes que parecían una tontería»

«No estamos aquí para que aplaudáis, sino para contaros el martirio que vivimos durante once años». La presidenta de la comunidad judía de Asturias, Aída Oceransky, se dirigió así a los 900 alumnos y profesores de una veintena de centros educativos asturianos que acudieron ayer al Auditorio Príncipe Felipe con motivo de las actividades por el Día de la Memoria del Holocausto y de Prevención de Crímenes contra la Humanidad, que se celebra este lunes. «Lo que nos viene a la cabeza cuando oímos la palabra holocausto son los hornos crematorios, pero la realidad es que esto no empezó así, sino con palabras, con gestos, con leyes que parecían una tontería pero que no lo eran para nada», recordó Sarah Álvarez. «Los adultos escuchaban que los problemas económicos que tenían se debían a que el capital pertenecía a los judíos, también abordaron las mentes de los jóvenes con películas donde el malo de la película era el judío», señaló. Álvarez precisó que los ciudadanos judíos en Alemania «no llegaba ni al 10% de la población, eran 500.000».

Muchos alumnos de los que acudieron salieron «impactados» por lo que ayer vieron y oyeron en esta jornada para no olvidar el pasado. «Desconocía que la humanidad pudiera llegar a ser tan horrible, nunca vi nada tan devastador», expresó Carlota Alonso, alumna de primero de Bachillerato del Colegio Dominicas. Alonso consideró «muy importante» realizar un acto de este tipo y criticó que «en la actualidad haya gente que bromeé con el Holocausto, eso es algo imperdonable». Junto a ella estaba su compañero Víctor Martínez quien destacó que «los elementos gráficos y los testimonios que se proyectaron» sirvieron para que «nos diéramos cuenta de lo que fue el Holocausto». Luis Ángel Amieva, profesor de Filosofía, indicó que este tipo de actos son «muy necesarios para que los jóvenes tomen conciencia y que lo ocurrido no vuelva a suceder, sobre todo, viendo cómo está el panorama internacional». Angi Valeria Benítez de primero de Bachillerato del Instituto Alfonso II asistió por segunda vez a esta conferencia. «Me impactó que no los dejaran comer y la forma en la que los encerraban en los guetos», contó. Y Sara Fernández, estudiante de cuarto de Secundaria en el Colegio Maristas Auseva, reconoció que «sabía que la gente moría en esos campos de concentración pero no cómo lo hacían, los separaban de sus familias, y las condiciones en las que tenían que sobrevivir». Silvia Valdés y Lucía González, de cuarto de Secundaria del Colegio Virgen Reina, insistieron en que «el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla». De un curso anterior eran Carla Vento y Nerea García quienes «desconocían» que supuso el holocausto. Junto a los alumnos de este centro estaba David Jiménez, tutor de cuarto de Secundaria. «Lo más impactante de todo fue cuando la ponente explicó que cuando Hitler llegó al poder la sociedad alemana era una de las más cultas del mundo. Siempre pensamos que son las más incultas las que se dejan manipular», indicó en un acto al que también acudieron la concejala de Educación de Oviedo, Yolanda Vidal; la directora general de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa, Paula García, y más integrantes de la comunidad judía, como Viorica Musátoin.